El Gobierno da un balón de oxígeno al turismo y prorrogará dos años la moratoria contable

El Gobierno mantendrá dos años más el salvavidas que lanzó al inicio de la pandemia para que las empresas puedan sortear la obligación de activar su disolución a pesar de los desajustes en sus balances provocados por las pérdidas provocadas por el parón económico por el covid. El Ejecutivo prolongará hasta 2024 la moratoria contable que permite a las compañías seguir funcionando y no verse forzadas a la quiebra por las pérdidas de los dos primeros años de la pandemia.

“Una de las medidas que adoptamos desde el primer momento fue excluir las pérdidas de 2020 y 2021 de la determinación de las empresas que tienen que declarar un concurso porque haya un desequilibrio muy grande entre el activo y el pasivo. Vamos a extenderlo dos años más, durante 2023 y 2024, para dar a todas las empresas viables y solventes más tiempo para poder reequilibrar sus balances”, ha anunciado la vicepresidenta y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, en una entrevista con RAC1.

La prolongación de la moratoria contable supone un balón de oxígeno para las empresas de los sectores más afectados por la pandemia, singularmente las del sector turístico, que fue la actividad más golpeada por las restricciones a la movilidad decretadas para frenar los contagios. Desde el Gobierno se confirma que se temía que el fin de este salvavidas al cierre de este año podría provocar quiebras en cadena de compañías ligadas al turismo, singularmente aerolíneas y agencias de viajes.

“Está claro que los balances siguen desequilibrados y no tiene sentido que se fuerce un concurso de empresas que son solventes, en el transporte aéreo o en el transporte en general, en el sector turístico, que precisamente ahora son los que están creciendo más porque las campañas turísticas están siendo magníficas”, ha sentenciado Calviño. “Los sectores que se vieron más afectados por la pandemia son los de turismo, transporte, hostelería… estas son las empresas que han registrado pérdidas muy importantes durante 2020 y 2021 a pesar de todas las ayudas que se dieron”.

La legislación actual considera causa de disolución de una empresa la acumulación de pérdidas por un volumen que provoque que su patrimonio neto sea inferior a la mitad del capital social. Una circunstancia que, dadas las enormes pérdidas de los primeros años de la pandemia, podrían forzar la quiebra de compañías turísticas y de transporte.  El Gobierno seguirá permitiendo eximir las pérdidas de 2020 y 2021 para decidir si entran en concurso de acreedores.