El pergamino de Clío

Ötzi, la momia asesinada

Ötzi, la momia asesinada

Ötzi, la momia asesinada / lara de armas moreno

Lara de Armas Moreno

Lara de Armas Moreno

En septiembre de 1991 se encontró en los Alpes de Ötztal, de forma accidental, la momia congelada de un hombre que posteriormente sería bautizado como Ötzi en honor a la cordillera que lo vio morir. Fue hallado por dos alpinistas alemanes en la frontera entre Italia y Austria a unos 3.120 metros sobre el nivel del mar. En un primer examen se descubrieron diversos restos de ropa y utensilios, entre ellos, un arco y varias lanzas, lo que descartaba que se tratara de un individuo moderno.

Tras una exhaustiva investigación se determinó que Ötzi pereció hace más de 5.300 años, situándolo en el principio de la Edad de Bronce. Es la momia natural más antigua conocida y también es la más antigua de Europa. En un primer momento, durante su autopsia, descubrieron un orificio debajo de su omóplato izquierdo. Dentro, una punta de flecha que le habría seccionado una arteria produciéndole una hemorragia mortal. Más tarde hallaron un corte en una de sus manos, lo que hace pensar que trató de defenderse.

También descubrieron, en el examen preliminar, restos de comida alojados en el colon entre los que encontraron carne de un tipo de cabra alpina y cereales. Esto hizo pensar, a priori, que Ötzi sabía que estaba siendo perseguido ya que en su estómago no había restos de comida. Más tarde se dieron cuenta de que estaban confundiendo el estómago con el colon y de que, por tanto, nuestro hombre de hielo había consumido una gran cantidad de alimento de forma sosegada sin prever el ataque. También se descubrió una acumulación de sangre en la parte posterior del encéfalo que apunta a un traumatismo: tal vez se cayó de frente al ser disparado o fue el golpe de gracia de su atacante. Todo apunta a que fue sorprendido por la espalda. Esto lo convierte en uno de los casos de asesinato sin resolver más antiguos de la historia.

Los tatuajes que luce Ötzi, 61 nada más y nada menos, están distribuidos entre su caja torácica, la parte inferior de las piernas, muñecas y región lumbar.

Un estudio de ADN de 2012 reveló que Ötzi tenía los ojos oscuros y el pelo castaño y que padecía, entre otras patologías, artritis. Por esto último los expertos señalan que los tatuajes podrían haber sido un remedio contra los dolores de esta enfermedad, una suerte de acupuntura ancestral con sentido mágico y curativo.

El hallazgo de Ötzi suscitó mucho interés y 3.700 austriacos donaron sangre para comparar su ADN con el del hombre de hielo. El estudio lo realizó el Instituto Nacional de Medicina Legal de la Universidad de Innsbruk y lograron identificar a diecinueve personas vivas genéticamente relacionadas con la momia. La Arqueóloga italiana Angelina Fleckinger confirma que, ante la posibilidad «factible» de fecundar un óvulo con ADN de Ötzi, muchas mujeres se han ofrecido para concebir un hijo de la momia.

Sin embargo, los investigadores tienen motivos para creer que los estudios llevados a cabo en 2012 pudieron haber sido contaminados con ADN moderno. En la anterior investigación, se sugirió que Ötzi provenía de los pastores esteparios de Europa del Este, pero desde entonces se han podido analizar más restos que han mostrado que, en realidad, su ADN tiene más relación con los primeros agricultores de Anatolia. En los instrumentos de Ötzi se han detectado restos de sangre de, al menos, cuatro personas.

A partir del último estudio de su genoma se ha podido concluir que Ötzi tenía la piel oscura, calvicie incipiente, obesidad y diabetes tipo 2.

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