Entrevista | Efrén Hernández y Daniel Suárez Director y subdirector

«Hemos crecido siendo fieles al principio de informar con rigor y de forma entretenida»

Efrén Hernández y Daniel Suárez.

Efrén Hernández y Daniel Suárez. / Andrés Gutiérrez

Efrén Hernández (33 años) y Daniel Suárez (49) trabajan mano a mano en Ponte el día (PAD) como director y subdirector, respectivamente. El primero, licenciado en periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid, se bregó durante años en distintos formatos de laSexta; Daniel, por su parte, atesora un recorrido profesional que le ha llevado desde a RNE a Canal 9 Las Arenas pasando por Tindaya TV y TV Canaria.

¿Qué balance hacen ustedes de PAD?

Efrén Hernández: Mi relación con el programa va más allá de lo estrictamente profesional. Es casi una relación sentimental. Fui una de las personas que participó en el proceso de gestación del programa, viví su nacimiento desde la subdirección y ahora nuestro bebé ha crecido pero manteniendo siempre los principios de informar con rigor y hacerlo de una manera entretenida. ¿Hay más orgullo que eso para un padre?

Daniel Suárez: Aunque yo me incorporé al equipo hace solo cuatro meses, mi balance es más que positivo. A pesar de lo duro que es hacer dos horas y media de televisión en directo cada día, me voy a casa satisfecho de haber cumplido con la encomienda de hacer un producto de calidad.

¿Implica eso el uso de un lenguaje televisivo diferente o específico?

E. F.: En una parrilla con una amplia oferta televisiva la manera de presentar los contenidos es clave para el espectador: puedes contar el precio de la vivienda en Canarias con dos puntos de directo o puedes hacer que tu plató sea una casa de 50 m2 que se alquila por la friolera de 1.200 euros en una ciudad capitalina. Y a nosotros nos encanta esta fórmula.

D. S.: La televisión ha ido cambiando con los tiempos, y ahora los espectadores requieren mucho ritmo, que pasen cosas todo el rato. Esto hace que el trabajo se complique y para contar una historia que antes hacías con un solo invitado ahora requieras tres o cuatro. Usamos un lenguaje sencillo, directo, sin florituras,... para que nos entienda todo el mundo.

¿Ha sido sencillo para ustedes dos trabajar mano a mano?

E. H.: ¡Lo nuestro ha sido un flechazo! Dani y yo nos conocíamos desde hacía tiempo pero nunca habíamos trabajado juntos, mano a mano. Lo que más valoro de él es su calidad humana, su paciencia, su tranquilidad y su profesionalidad. ¿Qué más se puede pedir?

D. S.: ¿Y ahora qué digo yo? Pues que sí, que más allá de los pequeños roces normales cuando pasas tantas horas codo con codo con alguien, nuestra relación es muy sana. Intentamos no guardarnos nada que nos moleste del otro para no enrarecer el ambiente. Efrén es muy humano y no tiene ínfulas de jefazo y eso dice mucho de una persona, aunque la calculadora para controlar el tiempo del programa a veces no le funciona. Ja,ja,ja.

E.H.: Es que yo soy muy de letras y Dani lleva las cuentas. ¿Se puede decir que es… «muy calculador»? Ja, ja, ja…

¿Se complementan el uno al otro a la hora de estructurar los guiones?

E. H.: ¡Por supuesto! Se puede decir que Dani y yo no sumamos, sino que multiplicamos. Y es así porque cada uno de nosotros aporta lo que mejor sabe hacer. Y en este sentido no solo nos complementamos sino que también nos equilibramos: yo suelo venir a la redacción con mil ideas en la cabeza, mil maneras de presentar una noticia y Dani me baja a la tierra, a la realidad.

D. S.: Ja, ja, ja (ríe). Esa es la realidad, nos complementamos a la perfección. Efrén es el ideólogo, el que hace crecer los temas con sus ideas y yo el encargado de organizar el equipo para que se hagan realidad sus intenciones, aunque no siempre se consigue.

¿Cómo es ese proceso? ¿Sólo los implica a ustedes dos?

E. H.: En nuestra redacción tenemos una frase: «Lo mejor del trabajo en equipo es que siempre tienes a alguien al lado», y esa es nuestra máxima. Dicen que un periodista vale más por lo que escucha, que por lo que habla. Y por eso en nuestras reuniones de escaleta escuchamos todas las propuestas, también las de realización con Ángela Vigil a la cabeza. ¡Cuánto talento concentrado en un control de realización!

D. S.: Noo (ríe) Sería imposible hacer tantas horas de televisión de calidad sin trabajo en equipo. Es fundamental la labor del coordinador, Vikram Jetley, del guionista Antonio Herrero y de todo el equipo técnico, liderado por Ángela Vigil, que junto al resto del equipo de reporteros y técnicos damos forma al programa cada día. Es una labor de todos, yo lo comparo con una galera donde o remamos todos en la misma dirección o nos vamos al garete.

¿Cuáles son los programas que mejor sabor de boca les ha dejado?

E. H.: Sin lugar a dudas, la cobertura que hicimos en los especiales por la tormenta tropical Hermine. Nos encanta el periodismo bien hecho, tenemos una vocación muy clara de servicio público y estuvimos en todos los puntos de interés donde estaban activados los avisos de AEMET. Hablamos con expertos en emergencias, con autoridades políticas, protección civil, ambientólogos… Y lo hicimos guiados por los conocimientos de nuestro hombre del tiempo, Adrián Cordero. Tal vez por eso, esos programas especiales rompieron los audímetros y conseguimos un 37,7% de share. ¡Qué datos!

D. S.: Aquellos en los que logramos ayudar a alguna de las personas que aparecen en el programa. Personalmente, me enternecen las historias humanas en las que algún espectador reivindica algo y lo consigue solucionar tras una entrevista en PAD. Además, me encantan los especiales, por ejemplo el último que hicimos en Navidad fue muy divertido, con todo el equipo volcado e irradiando felicidad. Eso traspasa la pantalla y llega al espectador.

Y en este sentido, ¿son los programas que más cuesta realizar los que mejores datos de audiencia proporcionan?

E. H.: No siempre. Las audiencias no son una ciencia exacta y aunque el olfato periodístico te puede hacer pensar que ciertos temas pueden interesar más que otros, la incógnita está ahí hasta el día siguiente (cuando llegan las audiencias). Pero chico, ¡que siga divertido!

D. S.: En absoluto, a veces salimos muy satisfechos por el resultado y el tratamiento de los temas y al día siguiente nos llega el dato de audiencia y no es el que esperábamos y viceversa. Nuestro objetivo es que todo el equipo que hace el programa esté orgulloso de participar en el proceso de una u otra forma. El resto, no depende de nosotros.

¿Cómo es su relación con las audiencias? ¿Les quitan el sueño?

E. H.: No hay director de contenidos al que no le preocupen las audiencias, y si te lo niegan… mienten. Es someter a examen la apuesta de tu equipo que pelea durante 2:30h de programa sus propios contenidos. Ahora bien, una cosa es preocuparse y otra bien distinta es obsesionarse. Somos un programa con una clara vocación de servicio público y eso es lo que me quita el sueño: que hagamos un buen programa, con rigor, sin caer en el amarillismo y aportando un plus a nuestros telespectadores.

D. S.: Sinceramente, un poco. Como madrugo mucho, estoy muy pendiente de que llegue el correo con los datos, siempre sobre las 7:07 h. Las audiencias son para nosotros como el aplauso para los artistas y a todos nos gusta que valoren lo que hacemos.

¿Qué perfil tienen los espectadores de Ponte al día?

E. H.: Hemos conseguido rejuvenecer la audiencia de las mañana de la TV Canaria. Generalmente, eran mayoría las personas de más de 65 años, ahora ha crecido el número de personas entre 45 y 64 años.

D. S.: Aunque lo que más nos llama la atención es el número de espectadores jóvenes, entre 13 y 44 años, que sintonizan el programa cada día. Intentamos hacer contenidos para todas las edades y, por ahora, está dando buenos resultados.

¿Animados a celebrar juntos el aniversario de 2024?

E. H.: ¡El de 2024 y todos los que vengan por delante! En esta vida hay que celebrar siempre, y agradecer. Y yo doy gracias todos los días por esta maravillosa oportunidad que me ha brindado Videre, TVCanaria y todos los espectadores que eligen nuestro programa para ponerse al día.

D. S.: Rotundamente, sí. Para estar aquí he tenido que renunciar a muchas cosas de mi parcela personal, pasando toda la semana fuera de mi casa. Y a pesar de que el trabajo es muy duro y se emplean muchas horas, no estoy dispuesto a renunciar a mi sueño de jugar en primera división, me apasiona mi trabajo y cuento con el apoyo fundamental de mi familia.

Suscríbete para seguir leyendo