Teto, bandera de la cantera

El 31 blanquiazul, única gran eclosión que protagonizó un producto de la base

Teto, durante un partido liguero en el Heliodoro. | | CDT

Teto, durante un partido liguero en el Heliodoro. | | CDT / M. Daswani

Manoj Daswani

Manoj Daswani

Alberto Martín Díaz, Teto, fue la mejor noticia que llegó desde Geneto. Una extraordinaria bocanada de aire fresco que alivia un mal año para la cantera del Tenerife.

Teto fue la gran alegría. La eclosión en plena pretemporada de Alberto Martín Díaz (Santa Cruz de Tenerife, 13 de septiembre de 2001) fue una de las mejores noticias que arroja la temporada ya concluida para el representativo. Suya es la bandera de la cantera en un año que no dejó más señales felices desde el área de fútbol base. Con resultados muy decepcionantes para la mayoría de filiales, sobre todo el equipo de Tercera y el Juvenil A, fue la promoción del 31 tinerfeñista una extraordinaria bocanada de aire fresco. Y un estímulo para seguir creyendo en el talento que viene de Geneto.

Teto irrumpió a lo grande. Aprovechó el resquicio que dejó un aluvión de bajas en verano para alistar su nombre en la concentración estival en San Pedro del Pinatar, convencer a Ramis, tener minutos en los amistosos previos a la competición oficial e incluso ser protagonista principal en alguno de ellos. Suyo fue el tanto en la prueba con el Ibiza que le catapultó a la titularidad en LaLiga. Y una vez llegó, ya no soltó su sitio en el once.

Ya con contrato profesional y nuevo dorsal garantizado para el curso 23/24, Teto firmó 39 convocatorias de 42, un total de 36 partidos disputados y un caudal de 1.882 minutos. Por el camino, hasta se estrenó como goleador en el Heliodoro Rodríguez cumpliendo así los sueños de su infancia. Ahora bien, aparte de Teto, nadie más.

El listado de convocatorias con el primer equipo de futbolistas procedentes del área de fútbol base contempla hasta una decena de nombres, pero casi todos con una participación testimonial y en algunos casos contraproducente para sus propios intereses. Caso elocuente es el de David Rodríguez, quien no tuvo minutos siquiera cuando el equipo se quedó huérfano de un lateral por la lesión de Durmisi, quien a su vez había venido en el mercado invernal para sofocar el fichaje fallido de Andoni. El capitán del B fue convocado 32 veces pero tan solo fue utilizado en cuatro ocasiones por Luis Miguel Ramis. El balance, exiguo, de 41 minutos. Lo malo es que muchas de esas veces que fue llamado por los mayores, se quedó a cero con el B.

Igual de aciago ha sido el curso para Víctor Méndez, portero de la base que no pudo cuajar ni arriba ni abajo. Además, fue involuntario protagonista por una cláusula discordante en su contrato, que le alejó de varias convocatorias con el primer equipo porque había que pagarle una bonificación económica por ellas. Al final, se arregló el problema pero no su falta de minutos. Por lo pronto, ya ha renovado con el Tenerife por tres años más y los dos primeros saldrá cedido. Idéntico destino podría tener Dani Selma, de origen valenciano, que ha sumado 29 minutos repartidos en cinco partidos oficiales y le agradece a Ramis que confiara en él para debutar. Eso sí, con un balance corto de protagonismo a escala profesional y sin el premio del ascenso (ni el pasaporte para la promoción) con el filial.

Thierno aparece en la lista por dos minutos de juego y Ethyan por uno antes de irse cedido; Pablo llegó a ir convocado, Cacho jugó dos veces... pero no fue suficiente. Teto fue la única buena noticia. Mal año para la cantera.

Suscríbete para seguir leyendo