A quebrar la infeliz tendencia

El derbi de este sábado (Heliodoro Rodríguez López, 17:30 horas) supone para el CD Tenerife una oportunidad de quebrar la tendencia de los últimos clásicos ligueros contra Las Palmas, en los cuales se ha acentuado el dominio amarillo con dos honrosas y extraordinarias excepciones: los partidos de la semifinal del playoff, sin duda los más importantes y de mayor impacto, y que el equipo de Luis Miguel Ramis se adjudicó por partida doble (en la ida y en la vuelta), si bien el premio del pasaporte a la final no pudo completarse a continuación con el anhelado ascenso a Primera División.

Fueron dos duelos de máxima intensidad, mejor jugados por el Tenerife y marcados por las virales declaraciones de Jonathan Viera ante los micrófonos de la televisión: «¡Yo veo mucha fiesta aquí! Aún queda el partido de vuelta!». Sus palabras sobreexcitaron a sus propios compañeros y también al Estadio de Gran Canaria, que vio zozobrar e hincar la rodilla a su equipo frente a un imperial Tenerife, que conquistó Las Palmas como antes hizo con otras 13 plazas en un curso extraordinario de los blanquiazules a domicilio. La historia era muy diferente a la que se escribe durante este curso, aciago para los de Ramis y pletórico para los de García Pimienta, que arribarán al Heliodoro en puestos de ascenso directo.

«Creo que vamos a hacer un buen partido y a ganar el derbi»

Inercia amarilla

Antes y después de aquella cita doble de alto voltaje el representativo ha cedido la hegemonía en los derbis, que mantuvo para sí por largo tiempo hasta el punto de alimentar en la isla vecina una teoría que tenía visos de ser cierta. La que apuntaba que era el Tenerife el que se tomaba más en serio y mejor preparaba este tipo de envites contra el acérrimo enemigo, el cual llegó a firmar la peor racha de su historia sin ganar en el Heliodoro. En total, fueron más de 20 años de sequía para la Unión Deportiva entre el triunfo en 2001 (con Pepe Mel en el banquillo blanquiazul) y la conquista más reciente, la de diciembre de 2021, con gol del candelariero Kirian Rodríguez para reventar el clásico y arrimar los puntos al lado amarillo.

En liga regular, la última alegría blanquiazul en el clásico regional por antonomasia se produjo hace más de 1.400 días. Fue el 4 de mayo de 2019, con tantos del ahora segundo capitán, Carlos Ruiz; y un José Naranjo que vivió aquel día su jornada más feliz como blanquiazul. La fiesta fue total en el Heliodoro, aunque no tanto como en el último triunfo en partido oficial, justamente en el reciente playoff de junio de 2022, con José León vestido de héroe para marcar (36’) el tanto que abrió las puertas de la clasificación blanquiazul.

Estos dos triunfos, sumados al de la festiva vuelta en el Gran Canaria (1-2) para confirmar definitivamente la eliminación amarilla en la promoción, son el exiguo bagaje blanquiazul de éxitos en los derbis en un tiempo donde Las Palmas se ha adjudicado más triunfos. El último, en la primera vuelta y además con festival (3-1) frente a un Tenerife que acabó vapuleado y con malas sensaciones.

Los derbis más recientes también han enterrado otra tendencia, la del empate, históricamente siempre muy presente en este tipo de partidos de máxima rivalidad. No hay una sola igualada en las últimas cinco ediciones del duelo entre blanquiazules y amarillos; y en caso de que sea ese el resultado que se dé este sábado, probablemente no satisfaría ni a locales ni a visitantes.

Ramis versus Pimienta

Uno de los grandes envites del sábado estará en los banquillos, con formas casi antagónicas de entender el juego. El Tenerife prima la defensa; Las Palmas, el juego combinativo. Desde proposiciones tan dispares, el equipo blanquiazul triunfó durante el curso pasado y la Unión Deportiva lo está haciendo éste. En el historial de duelos entre ambos entrenadores, de momento la partida se decanta del lado del tarraconense. Se adjudicó los dos de la promoción, mientras el barcelonés vio brillar a los suyos y se adjudicó el triunfo en el último antecedente, en el Gran Canaria en la primera vuelta.

En total se han disputado 68 ediciones del derbi, que se ha reproducido en casi todas las circunstancias y competiciones. El último escenario, inexplorado hasta junio, era el de la promoción. Nunca antes se había dado un choque de trenes como aquél, que ganó el Tenerife a Las Palmas después de haberse cruzado ambos representativos del Archipiélago también en la Copa del Rey (ocho eliminatorias amarillas y una sola blanquiazul), en la extinta Copa de la Liga (tres conquistas grancanarias y una igualada), en una promoción de ascenso a Segunda División y también en Primera, donde lamentablemente los clásicos isleños han sido solo dos. Ambos envites se produjeron durante la temporada 2001/02, con un sorprendente desenlace en el de la segunda vuelta. Resulta que el Tenerife comparecía casi descendido y Las Palmas, con los deberes casi hechos. Pues bien, el marcador fue el más insospechado (0-1 para los visitantes con gol de Marioni en el Estadio Insular). La historia se pareció mucho a la que desea la feligresía blanquiazul este fin de semana, consiguiendo el representativo un triunfo que le valió de poco; pero que dejó sin su objetivo a su eterno enemigo.

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