Sin la posibilidad de apoyar a los suyos desde dentro –tal y como sí sucedió en los días previos al choque contra el Cartagena–, y sin que tampoco pudiera arropar a la plantilla blanquiazul antes de tomar rumbo hacia el aeropuerto –así sucedió antes del primer duelo frente al Girona–, la afición del CD Tenerife quiso dejar patente su incondicionalidad para con el equipo de Luis Miguel Ramis. Una muestra reflejada ayer a mediodía, coincidiendo con la finalización del último entrenamiento de los de Luis Miguel Ramis previo a la final de esta noche.

A la izquierda los jugadores y técnicos del CD Tenerife agradecen a los aficionados su apoyo en las horas previas al partido por el ascenso. | | MARÍA PISACA

La esquina de las gradas de Tribuna con la de Popular fue el lugar elegido por un centenar de seguidores birrias para un penúltimo aliento. Como si de un aperitivo se tratara antes del duelo por el todo o nada. Solo una pequeña muestra de lo que debe ser el Heliodoro Rodríguez López. Comandada por el Frente Blanquiazul, la afición tinerfeñista jaleó durante varios minutos a un plantel al completo que respondió con admiración, una sonrisa en los rostros de jugadores y técnicos –incluido el director deportivo Juan Carlos Cordero–, y aplausos. Esta vez, al contrario de lo que ocurriera de madrugada, a la vuelta del gran gesta en el Estadio de Gran Canaria, no resultó necesaria palabra alguna del capitán Aitor Sanz. Los gestos sobraban para dejar patente la complicidad existente entre ambas partes.

El penúltimo aliento

Fue una especie de ensayo para poner de manifiesto la simbiosis perfecta que se podría vivir esta noche en el recinto de la calle San Sebastián. Con una gran pancarta que rezaba Llévame a la gloria y varias bengalas para dar colorido a la escena, lo de ayer en calle La Mutine fue una inyección de moral para un equipo ya de por sí rebosante de energía.

Un extra de adrenalina que se produjo justo después del último entrenamiento de cierta intensidad realizado por los de Ramis antes del definitivo encuentro de hoy. Una sesión relativamente suave para evitar cargas mayores y en la que reinó, principalmente, la faceta táctica. Con la reincorporación desde el jueves de Nikola Sipcic tras sus compromisos con la selección de Montenegro, el técnico tarraconense podrá disponer hoy de todo su plantel, salvo las consabidas bajas de Javi Alonso y Pablo Larrea. A este último se le pudo observar haciendo ejercicio en una bicicleta estática en un lateral del verde.