José Juan Gutiérrez y Santiago Villar, dos de los cinco supervivientes del primer ascenso a la máxima categoría del CD Tenerife, fueron testigos de excepción del descubrimiento de cuatro placas en las cuatro ubicaciones de las sedes que el club ha tenido anteriores a la actual, en el mismo Heliodoro Rodríguez López. Las calles Murphy, del Castillo, Viera y Clavijo y el Callejón del Combate cuentan ya con una inscripción, situada en el pavimento, que cuenta a los viandantes que allí se tomaban las decisiones en el representativo durante un periodo determinado.

El acto, con el alcalde José Manuel Bermúdez como maestro de ceremonias, comenzó en la Plaza de La Candelaria, donde se rindió homenaje a los fallecidos del ascenso de 1961. Una ofrenda floral en la que formaron además el presidente Miguel Concepción, la vicepresidenta Milagros Luis Brito y los dos mitos de aquel ascenso que tuvieron a bien asistir. Se excusó Juan Padrón, que debía administrarse la segunda dosis de la vacuna contra el covid, y dos residentes en la Península: Manolín Jiménez y Tosco.

Luego empezó el recorrido, con Bermúdez y Concepción a la cabeza y el séquito de acompañantes y periodistas detrás. Demarraron alcalde y presidente en la subida, dejando algo más atrás a los veteranos. La concejal de Deportes, Alicia Cebrián, dimitió de la tercera sede y se fue directamente a la cuarta. El poco aire que soplaba en la capital invitaba más a estar a la sombra. Allí dialogó, durante unos minutos, con Concepción sobre la actualidad.

Atento a los detalles, Bermúdez pidió que se limpiaran y abrillantaran las placas. “Las colocamos anoche mismo para evitar actos vandálicos”, explicó ya en el final del recorrido. Satisfecho por saldar una deuda con el club, se dirigió a Concepción antes de la despedida: “Bueno, pues una cosa menos”. Porque quedan actos para este 2021, preludio del año del Centenario. “Si el Tenerife asciende, Santa Cruz asciende. Es bueno para todos”, remataba el alcalde a modo de eslógan deseando que el siguiente se produjera “mañana mismo” si pudiera ser. “Estuve en las participaciones en Europa, en aquel 0-3 de Copa en el Bernabéu… Ojalá volvamos a esos acontecimientos”, dijo.

En su alocución recordó que fue García Sanabria, histórico regidor de la ciudad, el que dio permiso para incluir el escudo de la capital en el del club. “La vinculación histórica es reconocida y reconocible, pero queremos que esa realidad la conozcan los aficionados chicharreros y chicharreras con esas cuatro sedes”, explicó Bermúdez quien calificó como “un lujo” contar en el acto con José Juan y Santi. Pidió incluso que “se conozcan” las numerosas anécdotas y vivencias que esas leyendas tinerfeñistas pueden contar.

El presidente, que se limitó a hablar sobre el asunto que motivaba su presencia en la cita, agradeció “la predisposición y amabilidad” del alcalde de Santa Cruz. “Estas cuatro sedes forman parte de la historia del CD Tenerife”, argumentó Concepción quien prometió “recuperar esos cien años” a través de “muchos actos” que permitan “recobrar vida” a muchos sucesos que se han dado durante este tiempo. Quiso tener además un recuerdo para Ñito, recientemente fallecido, asegurando que le daba “pena” que no pudiera estar en el homenaje “por el 60 aniversario de ese primer ascenso”.

Después de otros tres, el dirigente blanquiazul deseó que “pronto” se pueda celebrar el quinto. “Tenemos la esperanza de que alguna vez se den las condiciones y trabajamos cada año para, por valor e historia, colocar al club en Primera”, señaló mostrándose incluso optimista sobre la presencia de los capitanes actuales en esa hipotética celebración: “Pienso que sí”, deslizó.