Luis Miguel Ramis, entrenador del CD Tenerife, aceptó que “el empate puede ser justo”, aunque quiso resaltar que en la primera parte del derbi canario su equipo mereció “quizás algo más”. En su resumen general del encuentro, admitió que “su gol en el minuto 40 nos hizo daño, no estaban progresando con peligro y nosotros llegábamos fácil y con peligro. En situación normal deberíamos haber ido al descanso con 1-0 o más”.

En el capítulo para la autocrítica dejó el preparador blanquiazul una segunda parte en la que “sí que nos ha costado algo más”. Viendo la salida de los suyos, dirigió los cambios a “llevar el balón lejos de nuestra portería” porque Las Palmas “tiene calidad, se asocia bien, se junta por dentro y te puede generar problemas”. No obstante, quiso dejar claro que “ellos tuvieron sus ocasiones y nosotros, también”. Vio Ramis, por tanto, más igualados los segundos 45 minutos. “La primera fue nuestra”, reiteró.

La acción del empate amarillo queda en el debe del equipo tinerfeño. “En las faltas laterales marcamos en zona, tratamos de fijar bien los puntos de remate y, como tenemos dos centrales poderosos, teníamos que prolongarla o sacarla a un lado, es esa experiencia que falta enalgunos momentos”, empezó describiendo para acabar aceptando que “son situaciones importantes”. Eso sí, para el entrenador del Tenerife también ha faltado “suerte, ya que le cae el balón dos veces”. Entonando el mea culpa, concedió que los suyos no habían “protegido bien esa segunda acción” y, aunque precisó que lo tenía que ver, “es verdad que esos puntos de rechace... le ha caído demasiado franco el balón”.

El empate fue demasiado castigo para los mejores minutos del Tenerife. “Acertar hubiera sido definitivo en alguna de esas llegadas”, dijo Ramis refiriéndose a las situaciones de superioridad en las que no atinó a sentenciar la escuadra local. “Con 2-0 al descanso todo hubiera cambiado mucho, ellos no se sentían cómodos pero el gol los ha reforzado”. El cambio anímico que supuso la igualada permitió, en opinión del técnico catalán, a Las Palmas “llevar el partido adonde son fuertes”.

El cambio de plan en la segunda parte tenía sus riesgos porque “el partido no pedía situaciones de transición y tuvimos un par de pérdidas en las que ellos salieron con muchísimo peligro. Corren y son precisos, por eso teníamos que finalizar jugadas. Es verdad que el dominio ha sido de ellos, pero las ocasiones están equilibradas”, completó un Ramis que buscó, con la entrada de Suso y Shashoua “servir mejores balones a Apeh para que los buscara al espacio”. El objetivo era “gestionar bien las recuperaciones, dar verticalidad con Germán Valera y solidez con Sergio González”. Pero a los blanquiazules les faltó “precisión en las construcciones en campo rival y quizás fuerzas para llegar con más energías y más jugadores a zonas peligrosas”. En cuanto al cambio de Fran Sol, expuso que “se desgasta mucho por el equipo, realizando una labor importante porque ellos entre centrales y en medio campo circulan bien. Se te pueden plantar en campo rival en dos pases y el trabajo de cerrar esas progresiones era clave”.

Sobre la ausencia de ambiente, Ramis aseguró que “los jugadores estaban muy motivados” y que eso “se ha visto en el campo” porque eran conocedores de “la importancia del partido”. A su juicio, quedó patente nada más empezar “con altos niveles de concentración y agresividad”, aunque sí que se echó de menos “el rugir de las gradas”. Pese a todo, “el equipo se ha desfondado, haya estado más o menos acertado”.

A falta de once jornadas, Ramis quiere “seguir dando pasos” en la competición. Es consciente de que será “difícil incorporarse a ese grupo que está más arriba”, pero prefiere sumar para distanciarse “de los de abajo” y ya se verá si queda tiempo para más alegrías. De momento, preparará la visita a Miranda “como si se jugara”, algo que espera conocer hoy.