No se esperaban sorpresas, y no se produjeron. Aunque Miguel Concepción acudió a la junta general de accionistas del Tenerife –celebrada ayer de forma telemática en segunda convocatoria– con menos acciones propias y representadas que el año pasado –la diferencia fue de casi 17.000–, no tuvo ningún problema para sacar adelante todos los puntos incluidos en el orden del día con porcentajes altísimos, desde la aprobación de las cuentas y la gestión del consejo de administración a la incorporación de Milagros Luis Brito como vicepresidenta del órgano directivo.

La junta, de dos horas de duración, contó con la participación de siete accionistas acreditados. Después de un denso recorrido por la exposición de algunos puntos y de las correspondientes votaciones, la noche se animó un poco durante el turno de ruegos y preguntas, momento en el que Concepción llegó a elevar el tono ante algunas cuestiones. Eso sí, ofreció muy pocas respuestas, algo que no es nuevo. Con el fin de agilizar la cita anual con el accionariado, se comprometió a contestar por escrito.

Con la sala de prensa del Heliodoro Rodríguez López como escenario, acompañaron a Concepción en la mesa el secretario del consejo Conrado González, el abogado Pedro Yanes y el notario Alfonso Cavallé. Al otro lado de la pantalla, seis accionistas que revelaron sus votos a mano alzada. Aparte del empresario palmero, que volvió a dominar –esta vez con 67.117 acciones propias y representadas–, participaron Miguel Ibáñez Biondi (1.724), Adrián Romero (317), José Luis Hernández (197), José Fernando Cabrera (174), Javier Pérez Roger (160) y Jorge Padrón (198). El total fue suficiente para cubrir el quórum del 25 por ciento exigido en la segunda convocatoria de la junta de un club cuyo capital social está formado por 178.464 acciones, de 10 euros cada una. El concurrente fue del 39 por ciento.

Punto sujeto a impugnación.

A diferencia de otros años, no se llevó a cabo la detallada explicación de los números –no intervino la directora financiera, Melania Rodríguez, que fue reclamada por algún accionista–. Se votó directamente. Eso sí, en su día, cuando se convocó la junta, se supo que el club había cerrado el ejercicio 19/20 con un aumento de la deuda de 2,9 millones de euros a causa de “las inversiones efectuadas en la Ciudad Deportiva” y por “la política de prudencia adoptada con motivo de la crisis de la Covid-19”.

Tanto las cuentas como la gestión recibieron los mismos votos: 67.292 favorables (96,26 por ciento) y 2.611 en contra (3,4). Pero antes de que se aprobaran estos dos puntos, Pérez Roger tomó la palabra para introducir varios matices. Por ejemplo, solicitó que constara en el acta que el acuerdo correspondiente al primer punto podría ser impugnable, porque “en la aplicación del resultado no se tuvo en cuenta el artículo 274 de Ley de Sociedades de Capital, que exige que se dote una reserva legal si esta cifra no es igual al 20 por ciento del capital social, como es el caso”.

También señaló un error en el estado de flujo de efectivo, dado que “la sociedad indica que el resultado por enajenación de inmovilizado es cero, cuando el importe aproximado es de dos millones de euros”. Igualmente preguntó por qué no se amortizó el derecho de edificación de la unidad urbanística situada en Geneto-Los Baldíos.

Sin respuestas en ese momento, la junta continuó con los puntos relacionados con la ampliación de capital social –por el canje de créditos por acciones con un importe de 30.470,70 euros– y la correspondiente modificación de los estatutos: 69.389 votos a favor (99,26 por ciento) y 514 abstenciones (0,74) en los dos casos.

La sexta parada sirvió para confirmar la contratación de la firma Bros Auditores con vistas a los trabajos de auditoría de cuentas de los ejercicios 20/21, 21/22 y 22/23. De nuevo, ningún voto en contra y solo 873 abstenciones (1,25).

Nueva vicepresidenta.

Antes de los ruegos y de las preguntas, la junta pidió la aprobación de la incorporación al consejo de administración de Milagros Luis Brito. Se trata de un nombramiento por cooptación, consistente en la elección de un sustituto dentro del accionariado si se produce una baja dentro del consejo (Pedro Suárez).

Aquí sonaron algunas voces discrepantes, entre otras cosas por el pasado de Luis Brito como dirigente de la UD Las Palmas. Además, se le consultó a Concepción si la nueva consejera percibe un sueldo por el trabajo que realiza como coordinadora del centenario de la entidad. Concepción sí se animó a responder en esta ocasión, aclarando que Luis Brito está remunerada y destacando su capacidad para asumir los cargos que ocupa en el club. En cuanto a su pasado amarillo, aseguró que no traslada la rivalidad deportiva a otros terrenos. “Es como si un jugador de Las Palmas viene al Tenerife”, comentó.

La junta se cerró con preguntas y algún ruego por parte de todos los accionistas acreditados. Cabrera pidió la unidad del tinerfeñismo por el bien del equipo de camino a un año 2021 en el que habrá renovación del consejo de administración. Padrón puso el foco en el trabajo de cantera y en el caso Pedri y su paso por la UD Las Palmas. “Me hubiera gustado tenerlo aquí, pero su familia prefirió ir a la Unión Deportiva”, recordó Concepción.

Momento de tensión.

José Luis Hernández, portavoz de la plataforma Pequeños Accionistas, se centró en el cuestionado uso de la subvención del Gobierno de Canarias a la Fundación del club, en el tiempo que lleva Concepción en cargo... Hasta que el presidente le cortó. “Hay comentarios que sobran. No sé si lo que quiere es tener minutos de gloria, pero no voy a permitir una telenovela”, avisó.

Pérez Roger se limitó a consultar si existe algún plan de modernización de la estructura del club para que “gente joven, preparada y con ganas” consiga sacar adelante al Tenerife. “En 2021 habrá elecciones y estoy contento con el organigrama que hay”, dijo Concepción.

Romero se vio obligado a resumir una intervención “hecha desde la razón y no del corazón como el año pasado”. Tras repasar los motivos del “desgaste” del presidente, le rogó que tenga “la decencia” de presentar su dimisión y que se ejecute una “renovación plena” de una “estructura tóxica y arcaica”. Concepción contraatacó con el sólido argumento de las reglas que hay en las Sociedades Anónimas Deportivas. “Le pide la dimisión a un consejo que tiene el 96 por ciento de los apoyo. ¿Quiere un club a su medida?”, concluyó antes de escuchar a Ibáñez, quien aconsejó un cambio de estilo de las juntas. “Son infumables, muy tristes”. De una manera o de otra, Concepción volvió a imponer su control.