Liga Endesa

El Lenovo Tenerife ahoga al Andorra

Un gran ejercicio defensivo y algunos chispazos ofensivos permiten al cuadro lagunero doblegar con suficiencia a su rival (71-53) y sumar su cuarta victoria del curso

Sin una notoria brillantez y con algunos altibajos, pero con un ejercicio coral defensivo que acabó ahogando a su rival. El Lenovo Tenerife ha sumado este sábado su cuarta victoria del curso, esta vez a costa de un MoraBanc Andorra (71-53) que acabó casi sin aire ante la aplicación atrás de los de Txus Vidorreta, que si bien llevaron la delantera en todo momento, no fue hasta el tercer periodo cuando pusieron tierra de por medio (55-31). Logran además los aurinegros darle una buena sutura a un average particular maltrecho hasta la séptima jornada, y ahora más cercano al positivo dentro de un balance global que ya marcha equilibrado tras el 0-3 inicial: cuatro victorias y otras tantas derrotas.

Sin necesidad de brillar, Marce Huertas fue el más destacado del cuadro lagunero, finalizando con 12 puntos y ocho asistencias para 18 de valoración. También acabaron por encima de la decena Salin (11 tantos) y Doornekamp (10, añadiendo a su cuenta nueve rebotes), mientras que fue notable la labor sobria de Sastre: nueve puntos y tres rebotes para 15 de nota.

El arranque fue un auténtico despropósito por parte de ambos conjuntos, que desperdiciaron sus cinco primeros ataques, con Shermadini muy blando de manos (tres pérdidas), y con los del Principado igual de torpes, sobre todo a la hora de buscar el último pase. Abrió la lata Doornekamp con un triple que tuvo continuación en otro de Fitipaldo, que a su vez corrió tras robar en línea de pase. Un tercer triple de Sastre hizo que, en un abrir y cerrar de ojos, el Canarias ya ganara 11-0 (5').

Obligado a pararlo y a una revolución de su quinteto (hubo cuádruple cambio), Lezcano encontró cierto equilibrio en los suyos (11-3) después de más de seis minutos de partido. El Canarias aguantó su colchón, pero la mayor intensidad atrás de los visitantes, y la movilidad de Maric (seis puntos) apretó el marcador con un Lenovo algo más dubitativo desde el arco (3/7 al final del cuarto) y que vio como su renta de 11 se había quedado en tres puntos (15-12).

Volvió a mostrarse bastante espeso el cuadro isleño ante la segunda unidad andorrana, hasta el punto de pasarse cuatro minutos sin ver aro. Bache ya tradicional (aunque esta vez sin consecuencias mayores) al que puso fin el cuadro canarista corriendo tras banda y con un triple de Salin llegando. El propio finés culminó el arreón de 8-0 que devolvió la ventaja local a los dos dígitos (22-12, 13').

En medio de un encuentro todavía trabado, el Lenovo volvió a pasar por otro diente de sierra, para sobrevivir durante un par de minutos con dos libres de Shermadini (24-16) y también con una notable actividad defensiva, lo que llevó a su rival a paupérrimos porcentajes (4/16 en tiros de dos al descanso) y a elevar su número de pérdidas hasta una decena.

Un triple liberado de Sastre volvió a poner a los isleños por encima de la decena (27-16, 16') antes de un intercambio de canastas (31-19) que si bien beneficiaba al Lenovo se antojaba insuficiente para Vidorreta, que pidió encarecidamente a la grada -en el inicio de un tiempo muerto- que dejara de dormir y apoyara más a los suyos.

La arenga tuvo, si cabe, mayor respuesta dentro de la cancha, ya que en el toma y daca entre Huertas y Somogyi, un triple de Salin casi sobre la bocina dio a los aurinegros -en esta ocasión de blanco y dorado- su máxima renta hasta el momento. Un 38-24 bastante desesperante por momentos para el espectador y con la sensación de que los locales no terminaban de estar del todo cómodos.

Choque quizá algo pobre en la ejecución de la parcela ofensiva (pese al 6/13 en triples), pero sí más que loable en la implicación atrás, dejando a su oponente en 12 puntos en cada uno de los dos periodos. Combinación, eso sí, más que suficiente para someter a un errático Andorra.

A la vuelta de vestuarios al Canarias le valió con un nuevo intercambio de canastas (43-29) y aunque dio la sensación de que podía sufrir ante la verticalidad y movilidad de Tyson Pérez, el cuadro aurinegro supo aguantar unas embestidas con más ganas que con cabeza de su rival. Reboteando y corriendo, un triple de Fitipaldo y un mate de Shermadini dispararon a los isleños hasta el 48-29.

Ese intento de agitar el duelo por parte de los andorranos se quedó en nada, ya que en un paso al frente en su solidez defensiva y con ayudas primorosas cerca del aro, el Lenovo terminó de cortocircuitar al bando andorrano, que acudió impotente al triple de Salin saliendo de un bloqueo, a una penetración marca de la casa de Fernández, y con un alley oop finalizado por Guerra (55-31, 27') y que culminó un parcial de 12-2 para romper el partido.

Quizá viéndose con una renta tan holgada, tal vez porque se empezaba a gustar, y también porque entró en escena esa segunda unidad (con Somogyi superando por físico a Huertas) que tan buen rédito dio al MoraBanc tras su horrible puesta en escena, el Canarias se encontró con un parcial que llegó a ser de 2-11 ya dentro del cuarto y que redujo su ventaja hasta los 15 (57-42).

Un 2+1 de Andric dejó al Andorra a 14 (59-45), con el añadido de que Fitipaldo -un seguro de vida delante- se metía con cuatro personales. Pero el Lenovo pudo reconducir la situación gracias a la mano (triple) y arrojo (palmeo) de Doornekamp (64-45, 35'). Solo dos chispazos en ataque, pero más que suficientes para que todo volviera a la normalidad en el cuadro isleño, por mucho que Montero comenzara a hacer la guerra por su cuenta (65-51, 38'). Desde ahí y hasta el final el conjunto canarista fue capaz de mantener a buen recaudo su renta para darle, por fin, una victoria placentera a su afición.