El Lenovo Tenerife, a veces ni áureo ni negro

El conjunto canarista estrena este sábado un nuevo equipaje, el sexto en los últimos seis años con tonalidad ajena a sus colores más identificativos

Elgin Cook, modelo de la equipación blanca que el Lenovo estrena este sábado contra el Andorra.

Elgin Cook, modelo de la equipación blanca que el Lenovo estrena este sábado contra el Andorra. / E. Cobos (CBC)

Santa Cruz de Tenerife

Antes por petición de ciertos patrocinadores, y ahora más por cuestiones de marketing, la piel del CB Canarias no siempre ha estado presidida por sus colores más identificativos, el amarillo y el negro. Este sábado, contra el Andorra, el cuadro isleño estrena nueva equipación, en la que el blanco es su tonalidad principal.

El calificativo aurinegro ha sido, a lo largo de casi toda su historia, el más identificativo del CB Canarias. Muestra evidente de lo estrechamente ligada que ha estado la entidad lagunera a esos dos colores, el amarillo o dorado (áureo) y el negro. Vinculación que por momentos ha llegado a ser prácticamente sagrada, hasta el punto de que cualquier variación en las tonalidades de sus equipaciones ha sido susceptible de caer en un profundo debate del Estado canarista.

Una vez institucionalizados el amarillo y el negro, los cambios puntuales en el club isleño solían obedecer, en un pasado, a peticiones de los distintos patrocinadores. Así, el CB Canarias llegó a añadir el blanco a varias de sus equipaciones, pero siempre combinado con otro tono: verde (por Caja Rural), rojo (Pepsi y Lucky Strike) y hasta azul (CajaCanarias).

Aquellos cambios se dieron por buenos más o menos a regañadientes, a sabiendas de que los mismos iban ligados a mecenas sin demasiadas opciones de perpetuarse en la historia canarista. La situación, sin embargo, varió, cuando con el tan cacareado proceso de fusión iniciado a finales de los 90 en algún momento se puso encima de la mesa la posibilidad de que el representativo de la Isla vistiera de azul y blanco. Líneas rojas por las que el canarismo nunca transigió.

En estos últimos años, y olvidada ya por completo toda guerra intestina, el CB Canarias parece contar con una mayor libertad para atreverse con esta especie de probaturas. Ahora ya más ligadas a acciones benéficas y de márketing que a imperiosos requerimientos de quienes ponen el dinero. Así, este sábado el cuadro lagunero volverá a camaleonizarse para dejar de lado el amarillo y negro. Será la sexta vez que lo lleve a cabo en los siete cursos más recientes. Se recupera el blanco, pero esta vez casi en exclusiva.

Desde su regreso a la Liga ACB en la 12/13 el CB Canarias ha lucido más de 30 equipajes diferentes. Al menos dos por temporada. Varios de ellos conmemorativos de fechas concretas y que, generalmente, han tenido la Copa del Rey como escaparate de presentación. Entre ese amplio abanico, la primera gran nota llamativa llegó a finales de 2017, con un equipaje morado en honor a La Laguna, que por esas fechas celebraba la mayoría de edad de su nombramiento como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. El duelo para lucir en el Santiago Martín una vestimenta que luego tuvo carácter benéfico -se vendieron las 12 prendas usadas a sendas empresas a razón de 1.000 euros cada una- fue el del Real Betis (87-70).

Los 12 jugadores del CB Canarias que lucieron la camiseta morada en 2017.

Los 12 jugadores del CB Canarias que lucieron la camiseta morada en 2017. / CBC

Ya en su último partido de 2018 (29 de diciembre) el CB Canarias se vistió de azul turquesa (con unos ribetes en blanco), a modo de detalle con su entonces patrocinador principal, Iberostar, que por en esas fechas había emprendido una marcada política de sostenibilidad en todos sus establecimientos hoteleros. En su uso, contra el Manresa, el conjunto lagunero también salió airoso: 77-75. Aquellas camisetas se subastaron igualmente para diversas causas benéficas.

El verde botella fue el escogido para el siguiente equipaje fuera de lo habitual. Esta vez con un motivo aún más simbólico y sentimental: el recaudar lo máximo posible para ayudar a los damnificados por el volcán de La Palma. Un corazón rojo resaltaba en una camiseta de edición limitada, y de la que se vendieron, en un abrir y cerrar de ojos, 500 unidades. El choque elegido fue el derbi del 21 de noviembre de 2021 frente al Gran Canaria, un duelo donde los de Vidorreta vencieron por 98-89.

Fran Guerra lanza a canasta en el derbi regional de la 21/22.

Fran Guerra lanza a canasta en el derbi regional de la 21/22. / Carsten W. Lauritsen

Otro modelo condicionado por el coronavirus

Antes, en 2020, otra camiseta verde tuvo que quedarse en la gaveta. Fue la de la campaña 'Un equipaje, un árbol' de marcado acento medioambiental, no solo porque su silueta simulaba un bosque, sino porque además fueron realizadas en material reciclado, además de que por cada venta se replantó un árbol en la zona norte de Tenerife. Sus hermanas, en cambio, sí se estrenaron: una amarilla y otra negra con las que el equipo canarista disputó la Intercontinental y la Copa del Rey. La verde aguardaba para el choque contra el Valencia, el 22 marzo, justo después del Día Mundial de los Bosques. La pandemia del coronavirus echó por tierra el guiño canarista.

Quizá empujado por la gran acogida de sus anteriores atrevimientos, el CB Canarias se lanzó el pasado curso a dar un paso más en su particular fondo de armario. En medio de una temática centrada en los cielos de las Islas, mantuvo sus dos primeros equipajes tradicionales, pero además generó un tercero de tonalidades rojas que causó furor entre su afición. Tanto que el club se vio obligado a encargar varias remesas adicionales para atender la demanda de sus seguidores. La prenda en cuestión también concluyó invicta su puesta en escena: con ella el Canarias ganó tanto al Fuenlabrada (97-72) como al Bilbao (73-57).

Varios jugadores del Lenovo celebran su pase a la final de la Copa del Rey de 2023.

Varios jugadores del Lenovo celebran su pase a la final de la Copa del Rey de 2023. / ACB Photo

Pero es que además el club presidido por Félix Hernández explotó aún más el juego que le daban los cielos canarios. Lo hizo con una edición especial doble, de simbología lunar, para la Intercontinental y la Copa del Rey. La negra fue talismán en el torneo de la FIBA y también en los cuartos de la cita de Badalona. La blanca, otra vestimenta por la que hubo tortas para conseguir una, se resistió, pero vio la luz en un día histórico, el del pase a la final copera tras vencer al Joventut con el ya icónico tapón de Abromaitis. Volvió a usarse, ya en Champions, contra el Darussafaka, en un choque en el que los isleños también salieron airosos (75-71).

Este ejercicio 23/24, se repite la apuesta triple, y coincidiendo con su décimo encuentro oficial, el CB Canarias lucirá este sábado, contra el Andorra, de un blanco casi riguroso, adornado por franjas y cuadro dorados. Es su particular apuesta por salirse de la rutina. En lo que a resultados se refiere, sus atrevimientos previos han salido casi redondos. Esta vez, una victoria talismán es casi más necesaria que nunca.