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Liga Endesa

La maleta, el mejor amigo del Lenovo Tenerife

Pese a haber jugado este curso solo 13 encuentros a domicilio, el conjunto lagunero ya se ha visto obligado a pasar 33 noches fuera de la Isla

Inicio del último desplazamiento del Lenovo Tenerife.

El condicionante de la insularidad y el tener que empatar sus duelos de ACB con los de la Basketball Champions League obligan al Lenovo Tenerife, desde hace tiempo, a convivir con desplazamientos maratonianos. Un tiempo alejado de casa que ahora se incrementa por los efectos de la pandemia. El aplazamiento del duelo ayer en Burgos, el último contratiempo.

No es nada nuevo para los equipos isleños, y más concretamente para el Lenovo Tenerife, el pasar varios días seguidos fuera de casa. Y más aún cuando en su calendario se mezclan los partidos de competición nacional con los de los torneos europeos. Una dualidad que hasta cierto punto es más soportable para los clubes más pudientes que se pueden permitir el lujo de tirar de vuelos charter o, como en el caso del Baskonia, haciendo uso del denominado mosquito, aviones de pequeñas dimensiones y con la capacidad justa para los miembros de la expedición deportiva. Una metodología que, en la mayoría de los casos, y por cuestiones económicas, queda casi siempre fuera del alcance del CB Canarias.

Un desgaste extra, en forma de horas de vuelos y aeropuertos, que condiciona el descanso de los jugadores, así como la preparación de los encuentros, minimizando en muchas ocasiones la cantidad de entrenamientos previos. Una limitación que además se ha visto agravada tras el estallido de la pandemia, que ha provocado la eliminación de varias conexiones aéreas por parte de las principales compañías aéreas nacionales e internacionales.

Por si fuera poco, el rosario de partidos aplazados por los estragos que viene provocando el covid en los diferentes equipos de la Liga Endesa, complica por completo la ecuación. Y precisamente esta reubicación de piezas dentro del calendario es la que viene sufriendo en estos últimos días el conjunto de Txus Vidorreta, hasta el punto de enlazar tres encuentros consecutivos fuera de la Isla y sin posibilidad de retorno entre medio. Ahora, el aplazamiento hasta este viernes de su duelo frente al Burgos supone una raya más para el tigre aurinegro, que puede acumular una semana entera fuera de Tenerife.

Es solo otro ejemplo de todo con lo que viene lidiando el cuadro lagunero en algunos de sus desplazamientos en lo que va de un curso que ni siquiera ha alcanzado su ecuador. Hasta la fecha, y desde la primera vez que cogió un avión para jugar partido oficial -el pasado 17 de septiembre-, el Canarias ha realizado un total de nueve desplazamientos para afrontar 13 encuentros. Ayer, contra el Burgos, debió haber jugado el decimocuarto, pero dicho choque quedó aplazado -al menos- hasta esta tarde, por la detección de un positivo en covid en las filas del equipo local.

Si en el San Pablo no aparecen muchos más casos en las PCR de contraste llevadas a cabo este jueves, el duelo se disputará este viernes a las 17:00 horas. O dicho de otra manera, la expedición aurinegra regresará el sábado a la Isla. Justo siete días después de haberla abandonado para afrontar su partido contra el Murcia.

Si se confirma el choque frente al Burgos, serán un total de 34 las noches que los jugadores y técnicos del CB Canarias hayan pasado ya fuera de sus respectivos domicilios. Una cifra casi escandalosa cuando apenas se llevan algo más de cuatro meses de temporada, con el añadido de que durante casi tres semanas (desde el 22 de diciembre al 12 de enero) los de Vidorreta estuvieron parados de manera forzosa a causa del brote de covid que afectó a la totalidad de la plantilla.

De las nueve ocasiones en las que el Lenovo ha salido de Tenerife, cuatro han sido con viajes combinados. Para empatar sus visitas al Real Madrid y al Prometey, fueron cinco las noches que pernoctaron lejos de la Isla; las mismas que le hicieron falta en sus duelos contra Fuenlabrada y Dinamo Sassari justo antes del parón por el virus.

Las visitas al Riesen y al Obradoiro necesitaron de seis noches de hotel, con escala incluso en Mallorca -en la ida y en la vuelta- para luego buscar una mejor combinación con tierras alemanas. Esta vez, la excursión puede alcanzar las siete noches, con pasos por ocho enclaves diferentes: Gran Canaria, Murcia, Alicante, Barcelona, Viena, Szombathely, Madrid y Burgos.

Ya de vuelta a la Isla, y posible presencia en la Copa del Rey al margen, el Lenovo jugará en el Santiago Martín 10 de sus 15 siguientes encuentros entre Liga Endesa y BCL. Pero todavía le quedará a los de Vidorreta otro desplazamiento de larga duración, el que haga a Zaragoza y Vilnius (Lituania) entre el 13 y el 15 de marzo. Lograr el pase a la siguiente fase continental y disputar los playoff en la ACB aumentarían esta cifra de viajes. Y ahí poco o nada le importaría a los aurinegros volver a dormir otras cuantas noches seguidas fuera de casa.

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