Tenis

Alcaraz sofoca la rebelión de Kachanov y pone rumbo a semifinales

El tenista murciano se impone en un trabajado partido de cuartos de final (6-4; 7-5) y pasa a semifinales, donde se enfrentará al ganador del Coric-Altmaier.

Alcaraz tras vencer a Karen Khachanov: "No tengo miedo de cansarme de ganar".

Vídeo: AGENCIA ATLAS Foto: Agencias

Daniel Gómez Alonso

Aprieta el puño Karen Kachanov tras salvar dos bolas de rotura nada más empezar el partido que le enfrenta a Carlos Alcaraz. Solo es un 1-0 con su servicio, pero sus gestos denotan desde el primer momento la agonía en la que se ha convertido para cualquier tenista verse las caras con el tenista murciano. Competir contra el número 2, ya no hablamos de ganar, exige mantener la concentración y no regalar casi nada dure lo que dure el enfrentamiento. Y cumple el ruso, que planta cara gran parte del choque y por momentos hace dudar a Madrid. Pero a la hora de la verdad, tiembla, y el chacal no perdona, remontando un 4-1 en el segundo set para sellar su pase a semifinales (6-4; 7-5), donde se enfrentará al ganador del partido entre Borna Coric y Daniel Altmaier.

"Soy un jugador que creo que lee bien las situaciones. Sé que cerrar los sets nunca es fácil y que iba a tener mi oportunidad de remontar. El segundo se ha decantado por milímetros, recuerdo un revés paralelo que ha entrado por nada. Debía estar ahí todo el rato, fuerte, para esperar mi momento", reconoció el de El Palmar al término del choque, en el que se vio obligado a elevar su nivel ante un rival que pugna por volver al top-10 y que salió a la pista central de la Caja Mágica consciente del plan a seguir para tratar de hacer daño a su rival.

Jugaba como en casa Kachanov, que ha seguido la estrategia que inició el ex número uno Marat Safin hace un par de décadas estableciendo su base de operaciones en España. El número 12 del mundo vive desde 2014 en Barcelona, donde también residen compatriotas como Andrey Rublev, y está asesorado por Pepo Clavet, por lo que todo lo que le rodea estos días le resultaba familiar.

Conocen, tanto él como su equipo, muy bien a Alcaraz, al que mantuvo a raya en el inicio del partido haciendo valer la solidez de su derecha, un golpe que en otros tiempos le traía de cabeza y que ahora le permite mandar, y de su saque, impulsado desde las alturas de sus 198 centímetros. Esos dos ingredientes, unidos a un Alcaraz un poco desordenado de inicio, abusando de alguna dejada a destiempo y más apresurado de lo normal, le permitieron por momentos llevar el partido a su terreno. Nada excesivamente preocupante, pero el banquillo del vigente campeón reaccionó rápido.

"Todo en positivo", animaba Juan Carlos Ferrero desde el banquillo a su pupilo. "Subimos el número de bolas en los peloteos", le indicaba, pidiéndole trabajar más los puntos y no jugar tan directo para "hacer correr" al ruso. Obedeció, diligente, Alcaraz, que se ordenó en el siguiente turno al resto. Y cayó en la trampa su oponente, que de repente se vio por debajo en el marcador sin saber muy bien por qué.

Segundo set a tirones

A pesar de estar un set arriba, no se encontraba excesivamente cómodo Alcaraz, que empezó un poco falto de agresividad el segundo set. Y Kachanov, que no acusó el golpe de haber perdido un set en el que realmente no había hecho nada mal, consiguió romper el servicio del murciano y poner el 3-1.

Más fallón que en su duelo ante Zverev, el de El Palmar alternaba golpes brillantes con otros fallos no forzados pocos habituales en él. Le exigía el partido más serenidad, pero en su espíritu está impregnada la tendencia a jugar con fuego. Con 4-1 abajo y bola de rotura en contra se jugó una dejada de las suyas, de las que no habían terminado de salir antes, y todo cambió. Ahí puso el 4-2, vital, y esperó agazapado su oportunidad.

"Vamos a subir un poquito el lenguaje corporal. Que te note", le pidió Ferrero, sabedor de que su pupilo, esté como esté, suele encontrar la forma de salir del atolladero tirando de brillantez que en las situaciones in extremis. No se dejó amedrentar a la primera el ruso, poniendo el 5-3 en su casillero. Pero a la segunda, con la oportunidad de alargar el partido llevándolo al tercer set, tembló, y la genialidad del murciano hizo el resto. Rompió, puso el 5-5 y ya no le concedió ni un juego más.

"Cerrar los sets nunca es fácil, y es lo que había que hacer. Si estaba fuerte iba a tener mis oportunidades, y así ha sido", reconocía al final del choque el campeón, que ya sólo tiene dos partidos por delante para defender su corona. El próximo viernes, día de su 20º cumpleaños, se enfrentará al ganador del duelo entre Coric o Altaimer, que juegan este miércoles (no antes de las 21:30): "Ganar este partido me da muchísima confianza, Karen venía jugando a un gran nivel y me ha llevado al límite, se ha decantado por pequeños detalles. Entrenaré de cara al viernes, pero con mucha tranquilidad y mucha calma, no nos vamos a agobiar que hay que estar fresco"