Saber sufrir como camino más corto hacia la victoria. Después de dos derrotas seguidas el Iberostar Tenerife regresó este domingo a la senda de los triunfos al derrotar por 77-73 a un combativo y pegajoso Real Betis, que durante muchos minutos incomodó y maniató a los laguneros. Aún así, los de Txus Vidorreta no perdieron la paciencia, ni cuando se vieron abajo en el marcador, ni cuando fueron incapaces de poner tierra de por medio, y llegaron al momento de la verdad en clara disposición para optar a la victoria.

Esa paciencia (pese a ver como se le escaparon numerosos rebotes defensivos), pero sobre todo el enorme acierto en el tiro libre (24/27) resultaron claves para acabar noqueando al Betis, que solo se rindió en los 15 segundos finales. Huertas, con 19 puntos y 6/6 en tiros libres, fue clave para los los tinerfeños, secundado por Shermadini, incómodo durante casi todo el duelo pero que sumó 15 puntos y cinco rebotes, mientras que Salin y Guerra acabaron con 11 tantos cada uno.

De entrada pareció que Shermadini iba a dar continuidad a su gran momento liguero (4-2), pero el georgiano en particular y el Canarias en general se topóaron con un Ndoye inconmensurable en los dos lados de la pista. Detrás el senegalés hizo que Gio estuviera incómodo, y además intimidó generando malas decisiones en Fitipaldo; pero sobre todo se dejó ver delante, sacando partido a su buena mano, haciendo daño cerca del aro de manera directa y también reboteando (9-13).

El Iberostar aguantó con los triples de Salin (12-15), pero la impronta del interior africano en el bando visitante fue tan grande (10 puntos, cinco rebotes y 18 de valoración en poco más de siete minutos) que el Betis no solo mantuvo la delantera sino que llegó a estar seis arriba (14-20, 10'). El cuadro canarista no estaba fino de cara al aro ni terminaba de cogerle el punto al choque, algo que se plasmó en las seis pérdidas cometidas en el primer cuarto o que Vidorreta ya hubiera cambiado todo su quinteto en menos de ocho minutos.

Con una imagen más cercana a la de la segunda parte de su duelo contra el Dinamo Sassari que a la que habitualmente ha mostrado en estos dos primeros meses de competición, el conjunto aurinegro pareció entender que debía apretar los dientes para cambiar de registro. Así, los isleños subieron un punto sus prestaciones defensivas (si bien en ocasiones les faltó el último esfuerzo para evitar las canastas béticas de Spires y Campbell para el 21-28), mientras que delante siguieron agarrados a un Shermadini más cómodo con la marca de Niang y al buen día desde el perímetro de Salin (24-28).

Mejores sensaciones atrás, pero mayor la preocupación delante, toda vez que en el bando isleño solo daban señales de vida Shermadini y Salin, autores de 20 de los primeros 24 puntos de su equipo. En medio de un encuentro embarrado y sumido por momentos en un correcalles, Ndoye (24 al descanso) volvió a hacer daño (24-30) antes de que Huertas y Kay se metieran en un particular duelo anotador. En ese intercambio, sin embargo, el brasileño acabó tirando de experiencia, a la vez que emnendó su deficiente primera puesta en escena, anotó ocho puntos seguidos, los dos últimos sobre la bocina del cuarto, para que el Iberostar se fuera el intermedio en franquicia (35-34) por primera vez desde el ya lejano 4-2.

Pero ni el verse por delante terminó de espabilar al conjunto lagunero que, eso sí, prolongó su implicación defensiva de los minutos previos y delante sumó de manera más colectiva. Aún así varios ofensivos y un par de triples del Betis mantuvo la igualdad en el marcador. Mediado el tercer periodo el Canarias amagó con un despegue gracias a un triple de Butterfield y la verticalidad y efectividad interior de Guerra, que se fue hasta los 10 puntos en el tercer periodo (51-46, 27').

Tampoco fue, sin embargo, el chispazo necesario para dar con la versión adecuada en el cuadro lagunero, empeñado en repartir por igual pérdidas (cuatro en este acto) con un Betis que siguió agarrado al duelo entre los 2+1 y la aportación interior de Ndoye (55-53, 30').

Ya metidos en el periodo final, una nueva aparición de Huertas (con cinco puntos seguidos y una asistencia para Shermadini) sí supuso para los canaristas el mayor estirón del partido (parcial de 9-2) para colocarse nueve arriba (64-55). Nada definitivo porque al Iberostar le falló el punto de mira en canastas sencillas y triples liberados, algo con lo que no erró el Betis (64-61).

Con solo cinco minutos por jugarse el duelo estaba condenado a definirse por pequeños detalles. Y ahí el Canarias se ha acostumbrado a saber sufrir más que su rival. Por muy discreto partido que estuviera firmando hasta el momento y por mucho que diera continuidad a ciertas deficiencias, como unos pasos de Huertas (seis pérdidas), algún triple más errado y la concesión, de nuevo, de varios rebotes ofensivos que dieron vida a su rival.

En ese momento más delicado el Iberostar escenificó esa capacidad para mantener la entereza de dos maneras, con paciencia, pero sobre todo con un enorme acierto en el tiro libre, prácticamente la única faceta en la que sumó en los últimos siete minutos y medio del encuentro (70-62). Y aunque el Real Betis sacó partido a una antideportiva (72-71 tras triple de Feldeine) a menos de un minuto del final, otros cinco aciertos desde el 4,60 aseguraron para los canaristas una victoria, la séptima del curso, que e permite mantenerse en la zona alta de la tabla.