"Yo solo oía a la gente discutir y discutir, y señalándome con el dedo". Así recuerda Alejandro Martínez lo sucedido el pasado 28 de junio, cuando el general manager de los Flying Leopards (conjunto de la CBA china) comunicaba a la plantilla la destitución como técnico de Guo Shiqiang, toda una institución en el conjunto de la ciudad de Liaoning. Un despido en parte esperado por los malos resultados recientes (tres derrotas en cuatro encuentros), pero fuera de lugar dada la ascendencia del prestigioso entrenador asiático. Martínez fue el elegido para el relevo con el objetivo de "salvar la temporada" y darle "protagonismo a los jóvenes y a aquellos jugadores con contrato" para el ejercicio venidero.

Recomendado por Guo. Un marrón en toda regla para Alejandro, hasta ese momento segundo entrenador de los Flying Leopards. "Me lo ofrecieron, yo lo hablé con Guo y él me dio el visto bueno y me animó a que lo hiciera", recuerda el expreparador del CB Canarias, que usó esta especie de recomendación para ganarse "una oportunidad" por parte de una plantilla de uñas con la entidad.

Confianza en la plantilla. Martínez ganó los dos primeros encuentros como head coach, "simplemente con un par de detallitos en los que se incidieron en los entrenos". Y pese a un tropiezo de por medio, los Flying Leopards han encadenado luego otras 12 victorias. "Creo que me he ganado su confianza", reconoce con cierto alivio Ale, para el que ha resultado clave que los jugadores se percataran de "la ayuda que les estaba prestando" el preparador barcelonés de arraigo isleño. "Me gusta que ellos opinen y tomen la palabra en ciertos detalles y decisiones porque conocen perfectamente a sus rivales", añade al respecto.

Ya le pagan el café. Una racha positiva que ha venido acompañada por "varios récords positivos a favor, o bien marcas negativas del rival". "Nos hemos ido ganando, sobre todo yo, el respeto de los árbitros y de los rivales", admite Martínez, que ha dejado de ser "ese europeo que a ver qué es capaz de hacer" para convertirse en el entrenador "del que muchos hablan y al que le pagan el café". "Supongo que tendrá bastante que ver con los millones y millones de personas que ven por televisión los partidos del equipo o pueden leer un artículo tuyo en una red social. La notoriedad es enorme", argumenta el técnico.

Un extranjero atípico. Lejos de sacar pecho por una trayectoria casi impoluta, Martínez solo seatribuye de este bien momento su capacidad para "generar una gran confianza" en una plantilla "de mucha calidad". "Tenemos un buen plantel, con notables jugadores locales, y luego OJ Mayo como americano", explica Alejandro, que ha sabido "encajar perfectamente" al estadounidense en los esquemas de su equipo. "Durante el parón lo estuve entrenando durante tres semanas y he hecho muy buena relación con él; no es el típico extranjero que hace tiros de más, solo los justos", destaca sobre el que fue elegido MVP de julio en la CBA.

Nada que perder. Ingredientes que Alejandro Martínez ha sabido mezclar para, contra pronóstico, meter en la final de la CBA a los Flying Leopards. Una ronda definitiva que medirá desde este mediodía (el primer partido arranca a las 13:00 horas) a los de Liaoning contra los Guangdong Southern Tigers. "Ellos son los favoritos, ya que en liga regular solo perdieron dos partidos y hasta su derrota en semifinales encadenaron 30 victorias", reconoce Martínez, que individualmente resalta la presencia de "Yi Jianlian, el MVP de la liga; o Sonny Weems, el mejor americano de la competición". Sus armas para esta serie al mejor de tres, "no tener nada que perder" y esperar que un equipo que ha ganado a los suyos "todos los enfrentamientos directos de los dos últimos años", les "menosprecie". "Tenemos a favor la dinámica positiva de nuestros jugadores y lucharemos por la victoria", comenta igualmente.

Como cenicienta. Ahora, a solo dos victorias más de conseguir un título a todas luces inesperado hace mes y medio, Alejandro Martínez tratará de rubricar una racha mágica... pero con final a lo Cenicienta. Y es que el expreparador canarista, acabe como acabe, no será el head coach de los Flying Leopard el próximo curso. "Lo normal, en una situación como la mía, hubiera sido pactar ya una renovación, pero aquí todo funciona diferente. El que ahora es mi segundo entrenador, Yang Ming, será el primero la siguiente campaña, y yo volveré, si me lo ofrecen, al puesto de ayudante", explica Ale.

Muchas propuestas. Pero el marrón que Martínez ha convertido en papelón no ha pasado desapercibido en la CBA, hasta el punto de que como le ha comentado su agente, "ya hay ocho equipos que han preguntado" por él para la 20/21. "Ahora no me planteo volver a Europa, sino que me apetece empezar una temporada aquí, donde creo que se está valorando mucho mi trabajo. Pero sé que si quiero ser primer entrenador debo aprender mucho más sobre todo conocer a los jugadores durante un año o dos más y qué cosas de Europa son compatibles aquí", parece dejar claro Ale sobre su futuro más inmediato.

En manos de su agente. Planes a la vuelta de la esquina con muchos condicionantes en caso de cambiar de aires. "Venir de un equipo ganador puede resultar contraproducente, ya que igual quieren que los resultados sean los mismos que los logrados en Liaoning", explica. "Lo que decida mi agente es lo que haré porque se está portando de manera increíble conmigo. Él y mi traductor son claves para estos meses de estancia", añade un entrenador cuya pasión por el basket le está abriendo, de par en par, las puertas del boyante baloncesto asiático.

Lejos de la familia. Acostumbrado a su nueva vida, y con el inicio de la pretemporada fijado en apenas tres semanas, Martínez se resigna a no volver a Tenerife este verano. Se daría por satisfecho con repatriar a su mujer Patricia. "Ahora las fronteras están cerradas y eso es una ventaja porque no pueden venir entrenadores extranjeros, pero lo negativo está en el plano familiar", reconoce Alejandro, que aún así tratará de apurar "alguna fórmula de reagrupamiento familiar". Y es que todo pinta que hay Martínez en China para rato.