Sara Djassi, jugadora que formó parte del Clarinos en la temporada 2015/16, ha denunciado, en una carta publicada por el portal digital Columna Cero, el trato recibido por el entrenador en ese entonces y también ahora, Columna Cero, Claudio García

La jugadora portuguesa explica que dio el paso a raíz de unas declaraciones de otra exjugadora del Clarinos, Laura Chahrour, en una entrevista en la que asegura que el peor momento de su carrera se había producido en el equipo tinerfeño por su falta de entendimiento con el técnico. "Eso me dio fuerzas para hablar", empieza Djassi. "Tuve la peor experiencia de mi vida. Mi relación con Claudio García nunca fue saludable. Incluso, a veces, hacía comentarios inapropiados hacia mi persona que me hicieron sentir realmente incómoda. Por ejemplo, tú, portuguesa, tienes un buen culo. A partir de ese momento me convertí en una especie de autoproducto sobre la vestimenta que usaría. No quería usar la ropa que me proporcionaba el club porque los pantalones cortos eran demasiado ajustados", cuenta Sara en la parte inicial de su carta. Y continúa. "Solía preguntarme varias veces si tenía novio y quería saber si él estaba en Tenerife. Incluso me dijo que si tuviera uno en la Isla, lo descubriría porque conocía a todo el mundo. Desde ese momento me sentí impotente. Aunque hice mi trabajo en la cancha, mi comportamiento cambió. Evitaba hablarle o incluso mirarle. Sé que no fue la mejor conducta... Pensé que me castigaban porque era la última persona a la que pagaban, unos 15 días después de la fecha de vencimiento".

Pasados unos meses de esa temporada, según indica, Sara se planteó desvincularse del club, y su agente en ese momento se lo comunicó al entrenador. "Tuvimos una reunión donde se disculpó por su comportamiento abusivo, dijo que estaba dispuesto a cambiar", recuerda con la decepción de que cuando regresó de las vacaciones de invierno, Claudio "continuó comportándose exactamente de la misma manera".

Djassi añade otros ejemplos de esa supuesta mala relación. "Hubo momentos durante las sesiones de entrenamiento que gritaba en voz alta ¡Chúpame los huevos! y ¡Me cago en mi puta madre! Esto es solo para que se hagan una idea...". En su testimonio revela que fue expulsada de una práctica cuando trató de "abordar" el tema del "comportamiento" del técnico. "Nunca tuve el apoyo o la protección de los demás miembros de la entidad. Además, Claudio dejó claro que nadie estaba por encima de él y que no importaba lo que yo dijese, porque no me creerían", continúa Sara antes de detenerse en otro episodio. "Recuerdo que durante un partido contra Cáceres, estaba agresivo y tan enfadado con las jugadoras que nos llamó putas. Estaba tan enfadado específicamente conmigo que, después del partido, compró comida para todo el equipo excepto para mí. Yo pensaba que era por la relación distante que teníamos".

En su relato, la jugadora se detiene en enero de 2016, mes en el que tuvo problemas con una lesión de rodilla. "Cuando llegué al entrenamiento, me obligó a ejercitarme. Lo intenté, pero no pude correr debido al dolor que sentía. Entonces empezó a gritarme y a decir que ya no me pagarían. Cuando decidí abandonar el gimnasio por su comportamiento agresivo, Claudio García cerró la puerta y me dijo que no saldría de allí. El entrenador se paró frente a la puerta y me empujó duramente tres veces con su cuerpo", detalla Sara repasando lo sucedido en una situación "ridícula e increíble" y de la que escapó arrastrándose entre las piernas del técnico. "Mientras, él apretaba mi cintura para evitar que pudiera escapar".

Djassi considera "triste" que no fuera atendida por el Claudio García (padre) y Roberto Marrero, presidente y vicepresidente del club, respectivamente. "Sé que una de las cosas que protegieron a Claudio fue una carta popularmente conocida como Reglamento General, con procedimientos disciplinarios que usó en mi contra. Todas las jugadoras tuvieron que firmarlo antes del inicio de la temporada. Así lo usó para castigarme con sanciones, como la del 100% de mi salario".

Sara intentó presentar una denuncia en la comisaría de Policía de La Laguna, pero finalmente desistió por no tener pruebas. Por último, cuenta que su exagente se puso en contacto con la Federación Español para que liberaran su ficha. Así pudo salir del Clarinos.

La respuesta del club no se hizo esperar. En una breve nota desmiente "los hechos" e informa de que "ya se han iniciado los trámites para presentar la denuncia correspondiente". Además, deja constancia de que "jamás ha recibido una denuncia sobre la posible comisión de los hechos que se relatan en esta página digital".