La plantilla del Iberostar Tenerife arrancó este lunes su segunda semana de entrenamientos tras más de dos meses de confinamiento. Lo hizo el conjunto aurinegro en el Santiago Martín, y de nuevo de manera individualizada, tal y como sucedió en las cinco sesiones previas. Una metodología que contrasta con la de otros conjuntos, como el Unicaja, que ya ha arrancado con las sesiones grupales, aunque sin que exista contacto entre sus jugadores.

Un regreso a la actividad que los jugadores se están tomando de manera positiva. "Me siento bien por haber hecho de nuevo algo de baloncesto tras varias semanas en casa", reconoce por ejemplo Sasu Salin, que considera necesario "empezar algo más lento con este trabajo" para "mejorar el estado físico". Todo, encaminado a la hipotética fase final. "Ahora tenemos un plan y para los jugadores es más fácil pensar qué vamos a hacer", explica el escolta en este sentido. "Si no tenemos opción de jugar no será una catástrofe, pero todos queremos jugar", añadió el exterior del conjunto aurinegro.

En términos parecidos se expresó Fran Guerra, que admite estar "muy feliz por volver" a entrenarse "tras vivir una situación muy complicada" por la que tuvieron que estar "dos meses parados". "Personalmente me encuentro bien y estoy trabajando duro día a día para llegar lo mejor posible al momento en el que empiece de nuevo la temporada", comentó el pívot grancanario. El teldense también habló sobre su deseo de volver a "competir" y tratar de "quedar lo más arriba posible".