Silencio en un CD Tenerife que reparte la tristeza por la derrota en el Carlos Tartiere entre la indignación de los futbolistas, por la acción que desembocó en el penalti y el 1-0 definitivo, y el decepcionante planteamiento. Pese a la polémica, el club no se plantea presentar una protesta ante el Comité Técnico de Árbitros. Pero sí entiende que se hace necesaria una aclaración sobre algunas situaciones que se dan con la entrada del VAR, así como una uniformidad de criterios cuando este entra a valorar una acción.

En el partido del pasado domingo, Moreno Aragón decretó penalti por mano de Luis Pérez después de ir al monitor situado entre los dos banquillos a ver en persona la repetición de la jugada. En ella, no acertó a ver una posible mano previa de Borja Sánchez que hubiera cambiado su decisión. Tampoco consideró que el fuera de juego de Ibra, posible destinatario del pase que intercepta de forma ilegal el lateral del Tenerife, resultara el final de la acción como para dejar sin efecto el resto y, por tanto, la infracción del zaguero visitante.

"Hay fuera de juego previo", explicaba ayer el excolegiado Manuel Ángel Pérez Lima. "Ahí se acaba la jugada", añadía en Cope pidiendo, eso sí, autocrítica al equipo por permitir que la acción condicionara el encuentro. Desde el CTA, en cambio, se entiende que la mano de Luis Pérez cambia la acción: "No es fuera de juego hasta que el jugador de ataque interviene. Si la mano es anterior a que el atacante intervenga, se interpreta que hay penalti porque como aún no ha intervenido, no hay fuera de juego".

Esta misma interpretación provocó la expulsión de Carlos Ruiz en el derbi canario. Rubén Castro arrancaba en fuera de juego, pero Alberto tocó el balón en mitad del pase y el colegiado entendió que era una segunda jugada, al venir del majorero el esférico, y eso convierte en correcta la posición del nueve grancanario. Luego fue derribado por Carlos Ruiz, que acabó expulsado.

En cuanto a las manos, en otras tres ocasiones ha resultado perjudicado el Tenerife. La primera vez fue en la décima jornada. Un rebote del césped en el brazo de Carlos Ruiz se convirtió en el penalti que dio al Extremadura el 1-2 definitivo en el Heliodoro. Nueve semanas más tarde, en el estreno de Rubén Baraja en el banquillo, llegó otra acción para la polémica. Perdían 1-0 los insulares, que jugaban sus mejores minutos y rondaban el empate, cuando Javi Alonso tocó el balón con el brazo dentro del área. El centrocampista tinerfeño había recibido un empujón previo, pero el colegiado Ais Reig (el mismo que ante el conjunto extremeño) no observó la acción. El 2-0 confirmó el triunfo malagueño.

Curiosamente, ante el Elche en el Heliodoro se produce una jugada calcada. Shaq Moore toca el balón con la mano después de ser empujado por un contrario. Ávalos Barrera acude al monitor, pero observa la infracción previa y la sanciona pese a las quejas de los futbolistas visitantes.

Aunque no tuvo incidencia grave en el resultado, la reciente visita al Francisco de la Hera vivió otro capítulo con el VAR y las manos como protagonistas. Esta vez fue Sipcic el culpable. Corría el minuto 62 y mandaban los blanquiazules con cierta comodidad (0-2) cuando le puso emoción al partido Galech Apezteguía. El resultado final (2-4) impidió que se hablara demasiado de esta jugada.

El próximo domingo será observado con lupa González Esteban, colegiado vasco que dirigirá el Tenerife-Ponferradina. En el VAR, Díaz de Mera.