Uno -el anfitrión saluteño-, con dos derrotas consecutivas e inmerso en las posiciones que condenan al descenso de la Liga Guerreras Iberdrola. El otro -el visitante grancanario-, con una trayectoria peor -cuatro reveses seguidos- y con el peso del defensor del entorchado liguero.

La premura por sumar puntos se mide este sábado -12:00 horas- en el santacrucero Pabellón de La Salud. El penúltimo clasificado Balonmano Salud Tenerife -a dos puntos de la permanencia- recibe, en el derbi canario, al sexto Rocasa Gran Canaria -a la friolera de 10 puntos del líder Bera Bera-.

"Llegamos a un partido en el que los dos necesitamos la victoria para enderezar el rumbo. Estamos en una situación de derrota continua, en distintos niveles de la Liga. Los dos equipos necesitamos oxígeno y vamos a luchar a muerte", indica el entrenador tinerfeño Octavio Pérez.

El técnico saluteño "no esperaba" un Balonmano Remudas "tan irregular. Nos ha perjudicado mucho" porque "perdió con el Alcobendas -a dos puntos del Salud- y con el Valladolid -seis puntos por encima-, que se fue del grupo que está luchando por la permanencia. Ahora mismo, somos cuatro equipos para dos plazas".

Pérez añade que le "sorprende mucho el rendimiento del Rocasa, pero el nivel que tiene es de los dos mejores equipos de la Liga, junto con el Bera Bera. Con la aportación de la jugadora brasileña que han incorporado -Jaqueline Anastacio-, todavía es más sólido en la primera línea".

Clave en la depresión grancanaria ha sido la lesión de la lateral Sayna Mbengue. Justo el lunes le dieron el alta médica -estuvo cinco meses en el dique seco- y se verá si puede comparecer en la capital tinerfeña. "Si hubiera estado, el equipo no habría rendido igual".

Con o sin la internacional española, Octavio entiende que se puede ganar al conjunto entrenado por Carlos Herrera. "Si defendemos y corremos, tendremos opciones. Si vamos a esperar que su ataque no nos meta 25 o 26 goles, está claro que no vamos a ganar. Nos los van a hacer seguro", prevé un tanteador alto. En todo caso, "el favorito es el Rocasa", apunta.

Con una "situación anímica del equipo no muy positiva", el preparador insular tilda las recientes derrotas contra el Granollers y el Valladolid de "bastante dolorosas. Necesitamos un resultado positivo que nos dé el camino para encontrar la estabilidad".

Lejos del juego deseado

Pérez se muestra absolutamente crítico con respecto al proceder de su equipo. "Lo que yo quería no lo hemos alcanzado. No tenemos el esquema de juego del año pasado, de defensa y contraataque; y luego la calidad de las jugadoras que resolvía situaciones en el ataque posicional", esgrime.

El entrenador matiza que no hay "problema de plantilla" alguno. "Es más que competitiva para esta Liga, lo que pasa es que no hemos encontrado el esquema de juego que nos aporte la posibilidad de dominar los partidos. Si conseguimos arreglar esa situación, quizás logremos antes de lo que queremos la permanencia. Si no lo hacemos, vamos a pasarlo muy mal".

En aspectos puntuales, les "falta un poco de serenidad y tener la definición, sobre todo en las transiciones, del año pasado. El grupo de jugadoras que incorporamos para División de Honor no ha asimilado ese juego como yo esperaba".