Aritz López Garai se presentó en la sala de prensa sin explicarse el motivo por el que sus jugadores habían tratado de vencer al Fuenlabrada con prisas por resolver el resultado. Además, afirmó que Nahuel Leiva se había equivocado "gravemente" al mostrarse disconforme con su sustitución y criticó a Alberto Jiménez por su actitud en la acción del gol.

"Fue un duro golpe en un partido que no supimos jugar", dijo el entrenador del Tenerife antes de lamentar el juego "precipitado" y "acelerado" de sus pupilos. "Queríamos ganar de cualquier manera y no sé por qué nos entraron tantas prisas, porque mi mensaje siempre ha sido el de tener calma y madurar los partidos. Pero dimos una sensación de histeria y sobreexcitación, y eso es algo que no nos llevaba a nada", continuó López Garai antes de introducir el factor añadido de la débil oposición del Fuenlabrada. "El rival no generaba peligro".

El paso por los vestuarios tras esa extraña primera parte le brindó al entrenador la oportunidad de reconducir la situación. De hecho, el Tenerife supo "entender que iba a llegar mejor al área metiéndole un poco de pausa al juego", a pesar de que la toma de decisiones no llegó a ser "buena" en el momento de buscar el gol. "Y cuando mejor estábamos, con opciones reales de marcar, no hicimos una vigilancia y esa jugada nos costó el partido", señaló el técnico asumiendo un "mazazo inesperado".

Aritz admitió que "se había generado mucha ilusión" tras los cuatro puntos sumados en la doble visita, a Albacete y Elche. "Habíamos elevado bastante el nivel y parecía que esta era la confirmación a todo lo que habíamos hecho bien".

Pasando a algunos casos concretos, fue muy explícito a la hora de referirse a Nahuel y Alberto.

"No estuvo acertado, como el resto", apuntó sobre un gesto despectivo que hizo el argentino tras ser sustituido. "Se equivocó gravemente, pero no por no querer darme la mano, sino porque no respetó a sus compañeros; y eso es grave en un deporte colectivo", advirtió para anunciar que la actitud de Nahuel tendrá "sus consecuencias".

En cuanto a Alberto, no tuvo ningún reparo en señalar al majorero como el blanquiazul que falló en la jugada del tanto del Fuenlabrada. "Entiendo que haya errores en el fútbol, pero otra cosas es no querer correr o no tener predisposición ante algo", declaró haciendo alusión a un error individual que le "costó el partido" al Tenerife. "Dejamos de vigilar, no nos apeteció hacer las cosas hasta el final", insistió el entrenador.

También fue cuestionado por la doble tarjeta amarilla que recibió el Mazan por protestar "Casi no sabe hablar en castellano", puntualizó. "El árbitro perdió el control. El partido le quedó grande, permitió parones, le hablaban desde el VAR cuando no había nada... El partido lo controló el Fuenlabrada faltas y simulaciones, y él entró en la fiesta. Para colmo, la expulsión fue surrealista".

Por último, dio algunas claves de los cambios que realizó en la alineación titular. "La plantilla es amplia y todo el mundo tiene que participar. Quisimos refrescar el equipo con la entrada de Nahuel y Aitor, más Shaq, y siguió gente que estaba dando buen nivel y a la que no quisimos sacar", confesó.