La Federación de Lucha Canaria de Tenerife programó la final de la Copa Cajasiete de Primera Categoría, entre el Guamasa Ferretería Chávez y el Tegueste Mercatenerife, para el próximo sábado -21:00 horas-. La cita acontecerá en el Terrero José Álvarez Gutiérrez de Santa Úrsula. Previamente, a partir de las 19:30 horas, el Benchomo y Chacaica se medirán en la final femenina.

Los duelos serán presentados mañana en la sede santacrucera del patrocinador del torneo, en presencia de representantes de los cuatro equipos opositores.

El culebrón de la final masculina comenzó con la sanción de cuatro meses a Isael Rodríguez -debido a insultos y amenazas al árbitro Sergio Miguel Jorge Moreno en el Torneo Juan Barbuzano cadete, celebrado a comienzos de mayo en San Miguel de Abona- por parte del Comité de Disciplina de la Federación de Lucha Canaria.

Esta fue comunicada el 28 de junio. Ese mismo día, el Chimbesque solicitó la suspensión cautelar al Comité de Apelación, acogiéndose a la modificación del artículo 93 de la Ley 1/2019, de 30 de enero, de la actividad física y el deporte de Canarias -en su apartado uno reza lo siguiente: "Las resoluciones sancionadoras recaídas en los procedimientos extraordinarios en materia disciplinaria deportiva serán ejecutivas cuando no quepan contra ellas ningún recurso ordinario en vía administrativa, pudiendo adoptarse en la misma las disposiciones cautelares precisas para garantizar su eficacia en tanto no sea ejecutiva"-. Además, anunció su intención de recurrir dicha sanción -contaba con cinco días hábiles para ello-.

Un día después, el Chimbesque alineó, sin tener aún respuesta del Comité, a Rodríguez en la vuelta de las semifinales coperas frente al Guamasa, con el que consiguió el pase a la final. Los laguneros reclamaron alineación indebida.

El 1 de julio, Apelación desestimó la petición de cautelar, contra la que cabía recurso al Comité Canario de Disciplina Deportiva -15 días hábiles-.

Dos días más tarde, el Comité de Competición de la Tinerfeña falló a favor de la entidad lagunera, sancionando a los sureños con 300 euros, con la pérdida de la luchada por 12-0 y la eliminación copera.

Mientras, el jueves día 4, el Chimbesque envió a Apelación la reclamación sobre la resolución de Disciplina, pidiendo una vez más la aplicación de medidas cautelares.

Una semana después, el pasado jueves, Apelación contestó desestimando las peticiones sanmigueleras, argumentando ausencia de competencias al respecto, aunque refiriéndose ya al proceso como extraordinario.

El viernes, el Chimbesque recurrió a Apelación contra la decisión de Competición. Al mismo organismo, además, le presentó un recurso en pos de que se anule la sanción a Isael Rodríguez, esgrimiendo defectos de identificación en el informe aportado por el árbitro Juan Carlos Matoso -apoyó el de su compañero Sergio Jorge en su momento-. La entidad aguarda por la respuesta del ente regional.

El mismo día, el Chimbesque pidió el aplazamiento de la final a Competición insular y al Comité Canario de Disciplina Deportiva, bajo la argumentación de las resoluciones pendientes por parte de Apelación. De momento, no ha habido contestación.

Competición ha entendido que la doble negativa de Apelación, a la hora de aprobar medidas cautelares, era suficiente para que la Copa siguiese su curso. Así, ayer, la Federación fijó definitivamente la final para este sábado, lo que propició que la indignación del Chimbesque subiera enteros.

Ayer, la entidad de Abona solicitó la cautelar al Comité Canario de Disciplina Deportiva. Incluso, estaría dispuesta a agotar la vía judicial, reclamando daños y perjuicios, si el enfrentamiento Guamasa-Tegueste se llega a celebrar.

Los sureños entienden como un agravio comparativo el hecho de que sí se haya aplazado la final de Copa de Segunda, hasta que se resuelva si es el Ravelo Esperanza o el Victoria el rival del Chimisay. Insisten en aludir al artículo 93 de la Ley del deporte canario para hacer prevalecer su razón en un litigio sumamente agotador.

Tenerife recupera la Segunda Categoría

La Federación Insular dio el beneplácito al sentir mayoritario de los clubes: la Segunda Categoría regresa para el curso 2019/2020, después de tres campañas de ausencia en la Isla -la actual es una mera cuestión denominativa, ya que en realidad se trata de Tercera-. En principio, el Arguama y el Llano del Moro tienen previsto bajar de Primera. A ellos se les pueden unir el Benchomo y el Chimisay. El Tijarafe Guanche está pergeñando un proyecto para Primera, categoría para la que también suenan el Victoria y el Ravelo Esperanza. El Atamanse duda sobre si salir a competir en sénior. El Brisas del Teide quería seguir en Tercera, mientras que el proyecto del siempre humilde Universidad está por ver. En cuanto al resto de equipos de Primera, la presencia del Chimbesque -sin Marcos Ledesma-, Campitos y Tegueste parece asegurada. El Guamasa busca un puntal C. Si no lo hace, incluso podría plantearse la Segunda. Más dudas hay en el Rosario de Valle de Guerra, en el que Miguel Varela no seguirá como presidente. Es precisa una nueva directiva.

Se aplaza la final de Segunda por la reclamación victoriera

Se daba por hecho que el Ravelo Esperanza se clasificó el viernes (ganó 12-9, igualando el marcador del choque de ida) para la final de la Copa Cabildo 2030 de Segunda Categoría de Tenerife, mas una reclamación del Victoria puede dejar a los sauzaleros sin el encuentro ante el Chimisay de Arafo.

Este estaba programado para este viernes, pero la Federación de Lucha Canaria de Tenerife ha decidido aplazarlo.

El Victoria alude al artículo 6.15 -apartado uno- del reglamento de la lucha canaria. El Ravelo Esperanza se presentó en la primera luchada con dos hombres menos, que cuentan por cuatro agarradas a favor de la escuadra norteña.

Hoy se reunirá el Comité de Competición de la Insular con el Comité de Árbitros para decidir si la reivindicación de los de Acentejo tiene fundamento y son los finalistas.