Una despedida oficializada de viva voz. Lo que venía siendo un secreto a voces en las últimas semanas, la marcha de Rodrigo San Miguel al Tecnyconta Zaragoza, se confirmó ayer en boca del propio implicado, totalmente decidido a poner fin a sus cuatro años como jugador del Iberostar Tenerife. "Está la oportunidad de venir a Zaragoza y creo que es el momento de hacerlo", reconoció el dorsal 00 en Aragón TV. Un cambio de aires ya pactado con la entidad rojilla (que le ofrece un contrato de dos años con un tercero opcional), pero que debe tener ahora el visto bueno final del club lagunero. "Aunque el volver no depende ahora mismo todo de mí, ya que existe el derecho de tanteo para los jugadores que hemos acabado contrato, y hay que esperar...", señalaba el director de juego maño sobre un procedimiento en el que los aurinegros, lejos de pretender retener al baloncestista, sí querrán sacar algún rédito económico a cuenta de su marcha.

El propio San Miguel también admitía ayer que durante la temporada ha puesto bastante atención en lo que ha hecho el que será de nuevo su club 15 años después. "Lo he disfrutado porque además tengo muchos amigos en el equipo y los seguía en el día a día", confesó, para no esconder que, aún como aurinegro, sufrió al conjunto zaragozano. "Los dos partidos que jugamos entre nosotros los perdimos", recalcó un Rodrigo que con su cambio de aires, junto con la más que probable marcha de Ferran Bassas, hará que la dirección de juego canarista quede totalmente huérfana.

El Real Madrid y el Barça Lassa empezarán a reeditar esta tarde en el WiZink Center (20:00 horas/#Vamos) la final más repetida en la historia de la Liga Endesa, a la que los blancos llegan con hambre para levantar su primer título de la temporada y los azulgranas con el antídoto de Svetislav Pesic que tan bien la ha funcionado los últimos tiempos. Por decimoquinta vez en la historia de la ACB, Real Madrid y Barcelona se citan en la final por el título, un periplo que dominan hasta la fecha los blancos (8-6), decididos a cerrar el año con un buen sabor de boca tras quedarse con la miel en los labios en las dos grandes competiciones anteriores. Si en la Euroliga su verdugo en semifinales fue el CSKA de Sergio Rodríguez, a la postre campeón, en la Copa del Rey sí lograron llegar hasta la final Pablo Laso y sus pupilos, aunque perdieron precisamente ante el Barça en uno de los partidos más polémicos que se recuerdan.

Real Madrid y Barça reeditan desde hoy la final más repetida