Leandro Cabrera iniciará el verano que viene su tercera temporada como entrenador del Tenerife B, tras el acuerdo alcanzado con el club blanquiazul hace tres días. Mazinho asegura que nunca tuvo dudas a la hora de dar ese paso, y confiesa que tampoco las percibió por parte de los dirigentes.

¿Tuvo claro que iba a seguir?

Yo no tuve dudas. Esperé por la propuesta del Tenerife hasta el lunes por la tarde (10 de junio). Sí es cierto que mantuve conversaciones con otros equipos, porque los presidentes te llaman; es normal. Pero mi prioridad siempre fue la de continuar en el Tenerife, y así se lo hice saber a todos. Esas conversaciones quedaron a expensas de mi última reunión con el Tenerife. Me llamaron el domingo para vernos el lunes, me ofrecieron la renovación y firmé.

Entonces, no tuvo dudas.

Es normal que los clubes llamen a los entrenadores, y es verdad que se pusieron en contacto conmigo, pero mi prioridad, como la de cualquier entrenador de la Isla, era la de estar en el Tenerife B.

¿Le llegaron a plantear que pasara a una función diferente?

No. Nunca hubo una propuesta de ese tipo. Me dijeron que iba a haber una oferta y el lunes me plantearon la renovación. Así fue. En ese transcurso me llamaron varios equipos y les dije que hasta mi última reunión con el Tenerife no me podía comprometer con nadie. A ningún otro club le dije que sí.

¿Repite su equipo de trabajo?

Estamos iniciando las reuniones para definirlo todo. El club llamará al cuerpo técnico al completo, uno por uno, y negociará con ellos.

Se le ha resistido el ascenso a Segunda B. ¿Será a la tercera?

El primer objetivo siempre es que, táctica, física y psicológicamente, los futbolistas del filial lleguen de la mejor manera posible al equipo profesional y ganen en madurez deportiva para que sean mejores cada vez que los llamen. Pero es cierto que no podemos dejar de competir, y lo haremos con los mejores equipos de Canarias.

¿Qué destaca de la temporada? ¿La eliminación en la promoción de ascenso fue más amarga que la de la anterior campaña?

La del año pasado, por llegar como campeones del Grupo Canario, fue un poco más amarga. Estuvimos varios minutos en Segunda B, pero nos anularon un gol legal. Nos lo jugamos todo a un carta y no salió bien. Luego lo intentamos ante el Ejea y tampoco hubo un buen final. Es cierto que en esta última temporada (2018/19), el equipo supo competir, se clasificó a última hora y completó un buen partido de ida en la Ciudad Deportiva ante el Linares, pero en la vuelta no supimos defender la ventaja del 1-0. Llegamos bien al final y entramos en la prórroga con fuerza, pero el penalti nos limitó, a pesar de que con un gol habríamos pasado. En cuanto al resto de la Liga, tuvimos picos de irregularidad, pero en la segunda vuelta hicimos números para estar entre los cuatro primeros. Logramos ese reto, pero nuestro principal objetivo es el de formar a los chicos para que suban al primer equipo.

¿Cómo es esa generación?

Hay materia prima. En un futuro cercano vamos a ver a más jugadores de la cantera del Tenerife en el primer equipo; seguro. Poco a poco van ganando en madurez y van siendo mejores.

La temporada pasada tuvo a sus órdenes a Ángel Galván y a Javi Alonso. ¿Qué pensó al verlos en el último once del Tenerife?

Ese es el mejor trofeo que puede tener el entrenador de un filial, que los jugadores debuten con el primer equipo. Seguirán llegando chicos para dar ese salto; y cuantos más sean, mejor.

¿Cambiará mucho el filial?

Es pronto para hablar de eso. Todavía estamos mirando futbolistas y equipos. Los filiales siempre se renuevan porque los jugadores van llegando a ciertas edades y se incorpora gente nueva.

Contará con refuerzos del Juvenil que se proclamó esta temporada campeón de Canarias...

La Liga pasada ya hicieron un gran trabajo de la mano de Cristo (Marrero). Esas camadas vienen muy bien preparadas para surtir a los equipos C y B. Estoy convencido de que muchos de esos jugadores serán profesionales.