Silvia Doblado, del césped al cuadro técnico

La grancanaria se retira, tras diez temporadas

en el Granadilla, pero no se desvincula del club

Silvia Doblado, con el presidente de la UDG Tenerife, Sergio Batista, tras el partido del viernes ante el Atlético.

Silvia Doblado, con el presidente de la UDG Tenerife, Sergio Batista, tras el partido del viernes ante el Atlético. / UDG TENERIFE

Silvia Doblado Peña (Gran Canaria, 22/3/1987) puso fin a su carrera como futbolista el pasado viernes. A falta de 11 minutos para el 90 del partido de la última jornada de la Liga F entre el Atlético de Madrid y la UDG Tenerife Egatesa, accedió al terreno de juego del Centro Deportivo Wanda Alcalá de Henares como sustituta de Gift Monday. El entrenador del equipo insular, José Herrera, tenía previsto darle la oportunidad de despedirse en el campo. Qué menos para una jugadora que lo había sido todo en un Granadilla del que no se desvincula. Silvia cuelga las botas, pero no se marcha del club tinerfeño. A partir de la pretemporada de 2023, formará parte del cuadro técnico.

Doblado llevaba tiempo madurando la idea, pero todavía le resulta «raro» pensar que su trayectoria como futbolista ha tocado a su fin. «Todavía no soy consciente de ello», reconoce una jugadora que se formó en el Rayco, de su Isla natal, que pasó por el Sevilla, el Barcelona y el Sporting, y que firmó con el Granadilla en 2013 –desde su fundación–, dos años antes del ascenso a la Primera logrado en la temporada 2014/15, tras derrotar al Betis en la eliminatoria previa.

«Llevo muchas temporadas en este equipo y termino esta etapa muy contenta, sabiendo que lo he dado todo y, también, que el club me lo ha dado todo a mí», asegura.

«Me voy con toda la ilusión», añade Doblado, satisfecha por haber cumplido su «sueño» de lograr subir a la máxima categoría con un equipo canario y haber contribuido en su consolidación. «Puedo decir que cumplí mi sueño y que no me arrepiento de nada», confiesa Silvia. «Esta última temporada he podido aprender un montón de cosas», destaca sobre un curso de transición entre su retirada y su preparación para ser entrenadora, a las órdenes de José Herrera. «A mis 36 años tengo la ilusión de una niña», reconoce agradecida a unas compañeras que le pusieron «las cosas muy fáciles» y a un cuadro técnico que «le ha devuelto la ilusión» al Granadilla. «Hemos pasado de competir y sufrir a sentar unas bases para que el equipo siga creciendo en el futuro», destaca Silvia, convencida de que las blanquiazules conseguirán «volar» la temporada que viene.

En el momento del adiós, cuando sustituyó a Monday en el partido contra el Atlético, se limitó a cumplir con su cometido, como cada vez a lo largo de su carrera. «No pensé que estaba jugando mis últimos minutos, solo traté de hacer lo que me habían pedido, así que me centré en disfrutar sin tener en cuenta lo que iba a pasar después, porque quería darlo todo hasta el final», recuerda Doblado.

Desde el banquillo seguía la escena, muy atento, José Herrera, con una mezcla de admiración y nostalgia, porque Silvia concentra todos los «valores» del Granadilla. «Es una persona muy reservada y no quería nada grandilocuente en su despedida, pero le damos las gracias y la enhorabuena por haber tenido una carrera tan brillante», remarca el técnico tinerfeño, que pierde a una futbolista pero gana a una ayudante. «Es una persona muy importante para el club y no se va a desvincular de la UDG Tenerife. Ya comunicaré en su momento cuál será el papel que va a tener dentro del staff técnico», apunta Herrera a modo de avance.

Atrás quedan 269 partidos como blanquiazul. Participó en 58 en las dos únicas temporadas del Granadilla en Segunda División. A partir de ahí siguió sumando actuaciones en cada una de las campañas posteriores, todas disputadas dentro de la principal categoría (200). Además, disputó 11 encuentros en la Copa de la Reina.