Al Tenerife Libby's le queda el comodín de la repesca. Pese a que en dos de los tres sets del duelo de ida ofreció argumentos para verse en disposición de luchar por la victoria (acabó cediendo 0-3), el cuadro lagunero volvió a caer este miércoles, ahora a domicilio, contra un Vasas Óbuda más sólido y que supo decantar a su favor la primera manga (pese al 21-23), y que resolvió con solvencia el segundo parcial (pese a verse abajo 6-10) gracias a un arreón que llegó a ser de 14-3. El tercer set, para el 3-0 final, resultó intrascendente. Para ganarse un hueco en la fase de grupos las isleñas deben ahora doblegar ahora al Calcit Kamnik esloveno.

Sabedor de que tenía que elevar un punto sus prestaciones respecto al duelo del Santiago Martín, el Tenerife Libby's tuvo una puesta en escena bastante sólida (2-3) pese a ciertos problemas en la construcción de sus ataques. Dos acciones negativas de Bannister y un buen bloqueo dieron la primera renta de dos puntos a las isleñas (5-7), que pese a todo ya empezaron a lidiar, más mal que bien, con el que fue su caballo de batalla en este tramo inicial: el saque. Obligadas a arriesgar, las de Juan Diego García regalaron hasta seis servicios en los 17 primeros puntos de las húngaras. Solo algunas acciones de Lengweiler agarraron a las tinerfeñas al encuentro (17-16).

Apareció Patricia Aranda con dos toques de maestría cerca de la red (17-18) a lo que prosiguieron sendos buenos saques de Wolowicz para el 17-20. Una diagonal larga de Arredondo mantuvo la renta del Haris (18-21) y pese a los puntos de Bannister y Torok (20-21), el Tenerife Libby's se acercó al triunfo parcial (21-23). Ahí todo volvió a cambiar. Una bola que tocó el techo y un par de malas recepciones -con las húngaras buscando a Nsunguimina- condenaron a las blanquiazules (25-23) que ya quedaron sin margen alguno de maniobra en su propósito de pasar de ronda.

La igualdad presidió el arranque de la segunda manga (3-3), y pese al 5-3, la solidez en la red de Niece y Wolowicz, algunos errores de las locales y un punto de pilla por parte de Aranda obraron un parcial de 1-7 que puso al Tenerife Libby's con un propicio 6-10. Pero a partir de ahí, y lejos de meterle el miedo en el cuerpo a su rival, el cuadro de Juan Diego García colapsó por completo. Encajó un par de saques directos, falló en la recepción, fue blando en los bloqueos, no pudo con los remates de Bannister y además cometíó -por ausencia de concentración- una falta de cuatro toques.

Combinación fatídica que permitió al Vasas Óbuda firmar un parcial de 8-2 que obligó a pararlo a García. Pero el tiempo del preparador onubense no surtió efecto y la renta local siguió creciendo, primero hasta el 18-12 y más tarde, pese a otro punto maestro de Aranda, hasta el 20-13. Un 14-3 demoledor tenía contra las cuerdas al Tenerife Libby's.

Apretó los dientes el Haris, que a base de insistencia y fluidez ofensiva recortó su desventaja para el 20-16. Un par de bloqueos que se marcharon fuera agravaron la situación para las isleñas (23-18), que recibieron la puntilla en un aspecto que habían mantenido a buen resguardo en todo el set, el saque. Así, los servicios de Lengweiler y Nsunguimina se fueron a la red despertando del sueño a las isleñas (25-19).

Ya eliminado, y sin más opciones que las de acabar el encuentro de una forma decorosa, el arranque del tercer set pareció convertirse en una tortura para las de Juan Diego García (5-0). Las suplentes locales dieron continuidad a la inercia ganadora de su septeto inicial. Lo paró el técnico blanquiazul con un tiempo que centró y reactivó a las suyas, no solo para devolver el equilibrio al electrónico (5-5), sino también para tomar la delantera (8-10).

A partir de ahí la igualdad fue constante (solo el Haris logró, con el 13-15, una renta mayor a un punto) hasta el 18-18. Un punto disputadísimo que se decantó en favor de las locales para el 20-18 terminó de minar la moral de un Haris que, ahí sí, bajó los brazos para caer también en esa tercera manga por 25-20. La ronda de respecta ante el Calcit Kamnik debe ser otra historia.