eldia.es

eldia.es

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Voleibol

El Tenerife Libby’s tropieza ante el Vasas Óbuda Budapest

Las jugadoras de Juan Diego García no pueden con la contundencia y automatismo del conjunto magiar en la ida y ceden claramente en el Santiago Martín por un contundente 0-3

44

Eliminatoria de la CEV Champions League de voleibol María Pisaca

El Tenerife Libby’s no tuvo opción ante el poderoso Vasas Óbuda Budapest en el encuentro de ida de la segunda ronda de la CEVChampions League, y cayó por un contundente 0-3 en un partido en el que el segundo set condicionó la lucha final del choque. Y es que ese juego hizo mucho daño a las tinerfeñas que se vieron muy superadas por una espectacular recepción y un bloqueo de altísimo nivel, además de un ataque con una potencia de fuego brutal que impidió cualquier atisbo de rebelión en ese periodo.

A pesar de que las laguneras fueron inferiores mostraron su orgullo y demostraron en distintos tramos, principalmente en el último set (24-26), que pueden mirar de tú a tú a las húngaras a pesar de haber exhibido un gran poderío de la mano de jugadoras como la estadounidense Taylor Bannister –qué pedazo de fundamentos defensivos y ofensivos– y sus compañeras Ayshan Abdulazimova, Kata Török y Orsolya Papp, auténticos muros.

Un equipazo, muy grande y con buenos automatismos, pero que con una buena dinámica de partido del conjunto rival puede quebrar, como demostró el club que preside David Martín a lo largo del encuentro.

En cualquier caso, derrota contundente del Tenerife Libby’s, pero el convencimiento en el grupo de que en la vuelta, a poco que se mejore el servicio, el bloqueo y la recepción le puede hacer la pirula al conjunto magiar como se despiste.

Ya en el primer juego, en la parte del tanteo, se atisbaba un Vasas muy armado, con Ayshan en la red que contenía el comienzo de las tinerfeñas (3-3), pero Taylor Bannister marca diferencias y fue ella la que impuso su ley con 0-3 (3-6) de parcial en los primeros compases, situación que fue respondida por el Tenerife con otro 4-0 para remontar la adversidad (7-6). Tras ello, igualdad hasta llegar al 11-12 con protagonismo especial de Julie Lengweiler, la siempre eficiente Patricia Aranda, y Lisbet Arredondo teniendo como pareja a Avie Niece.

Pero ahí cambió la dinámica y las húngaras dieron un arreón con un 0-5 (11-17) que rompía el set y que ni un tiempo muerto de Juan Diego García evitaba que las diferencias se mantuvieran hasta el final de parcial: 19-25 y un 0-1.

Y se llegó al segundo juego, en el que el Tenerife Libby’s nunca pudo entrar y en donde la recepción hizo aguas y el saque del Vasas Óbuda machacó como un martillo pilón la defensa local. Empezó el acto con un 0-3 y a partir de ahí las diferencias se fueron incrementando con el trabajo de Bannister y Kata, muy enchufadas, acompañadas de una recepción espectacular con puntos largos que caían de la parte visitante.

Tanto fue así, que un parcial de 0-6 (6-16) dejaba sentenciado el set no ya solo por la diferencia que imperaba, sino que la misma se iba incrementando poco a poco. De poco sirvió un tiempo muerto de Juan Diego García, ya que las magiares estaban envalentonadas y se sabían superiores en este tramo. Al final, un 13-25 y un 0-2 completamente justo por lo que exhibió uno y otro conjunto.

Pero en la última manga las tinerfeñas reaccionaron y sacaron ese orgullo que siempre tienen y que le dio la oportunidad de ganar el set. Ya desde su inicio, tras la pertinente bronca de Juan Diego, las jugadoras entraron a la pista con las pilas puestas queriendo demostrar que si perdían el Vasas Óbuda tenía que sufrir, al menos, en este tramo. Y eso pasó.

La igualdad fue absoluta, con diferencias de un punto arriba o abajo para los dos equipos, pero con un Tenerife Libby’s que mejorando la recepción dio un paso de gigante y mostró otra cara. El momento lagunero llegó cuando consiguió una renta de dos puntos (16-14) gracias a unas inspiradas Aranda, Lisbet y Belly Nsunguimina, lo que las llevó de un 17-16 a un 20-16 que obligaba al técnico griego del Vasas, Ioannanis Athanasopoulos, a pedir dos tiempos muertos, el primero porque adivinaba la dinámica que iba a coger el partido, y el segundo, con 24-23, porque veía que el partido se le escapaba. Desgraciadamente para las tinerfeñas fue providencial porque al final el Vasas Óbuda Budapest se llevaba el partido 24-26 tras empatar a 24.

Resolución poco feliz, pero convencimiento de que las húngaras, a pesar de las diferencias, son batibles. La próxima cita, dentro de siete días, el miércoles 9, en el Riz Levente Sporthall de Budapest, a partir de las 17:00.

Compartir el artículo

stats