Roberto Batista repasa sus últimos diez años de creación pictórica en Desván Blanco

El espacio expositivo Desván Blanco homenajea la trayectoria artística de Roberto Batista hasta el próximo 16 de marzo con la muestra (Co)Incidir, un viaje por la última década de trabajos del que fuera profesor de Pintura en la Facultad de Bellas Artes y que ahora muestra algunas de sus piezas inéditas. Batista reconoce que la pintura es el medio expresivo con el que más identificado se siente y que siempre ha formado parte de su itinerario artístico a través de trabajos en óleo, acrílico, acuarela y grafito. Es por eso que esta muestra se centra precisamente en ese tipo de creaciones. No obstante, también ha trabajado la fotografía.

De este modo, el artista reúne por primera vez, obras de varias de las series pictóricas que ha venido realizando a lo largo de la última década pero que sin embargo no han sido expuestas hasta ahora. Su objetivo es el de proponer un recorrido visual que traslade al público por un itinerario temporal de modo directo. «Planteo la muestra como una mirada atrás que evidencie la persistencia de ciertos planteamientos nucleares de mi discurso y mirada personal», expresa el creador, quien ha realizado un juego de palabras con el título de la exposición, en el que aborda la coincidencia de obras y la incidencia de una serie de planteamientos básicos. De este modo, Batista busca «repetir, incidir, perseverar y profundizar» en algunos temas que lo han acompañado a lo largo de sus años de carrera. Más allá de perseguir la novedad y la innovación, sostiene que «la repetición transforma».

Así, Roberto Batista ofrece piezas de series como Confín (2012-2014), en la que abordó los espacios límites, como restos marginales a reafirmar, donde «el horizonte se ha vaciado de su significado positivo para convertirse en otra faceta de la pesadilla». Por su parte, en Passarola (2014-2022), una propuesta sobre textos de José Saramago, se acercó a la obra del escritor portugués desde una dialéctica propia y donde se centró en los textos que reflejan el mundo y el ser humano que lo habita, «el conflictivo pasado, el acelerado e irreflexivo presente y el ausente futuro», explica.

En el proyecto Re-Sistencia, Roberto Batista hace hincapié en la necesidad del ser humano de aprender a acceder al misterio de su propia realidad y, al tiempo, estar abierto a otras realidades del mundo que lo rodea. Esta línea de pensamiento dio comienzo con la serie Des-Signación (2017-2019), un ejercicio de desprendimiento y que el artista plantea como «una metáfora iniciática».

Las últimas dos series que se encuentran incluidas en esta nueva exposición de Desván Blanco aún se encuentran en pleno proceso de creación, desde que el autor las iniciara en el año 2019. Se trata de Ex-Sistencia e In-Sistencia. Desde el punto de vista pictórico, la primera «persigue recuperar los medios tonos y las oscuridades que permitan distinguir algo allí donde los focos, los brillos y los reflejos todo lo uniformizan». Esta serie es, para su creador, «estar fuera, sin punto de apoyo interior, sin subjetividad, respondiendo automáticamente a los llamamientos externos, como seres irracionales», mientras que In-Sistencia, por el contrario, se centra en el interior, en «alcanzar la plena conciencia de su ser y al propio tiempo la plena relación y situación con respecto a los demás entes». El artista Roberto Batista afirma que este recogimiento es imprescindible «para intentar alcanzar la libertad».