La Galería Bibli reúne a nueve grandes artistas canarios y su particular visión sobre el cuerpo

'Carnalidad y vacío' es el nombre de la propuesta que se podrá visitar hasta el 15 de marzo en Santa Cruz de Tenerife

Patricia Ginovés

Patricia Ginovés

Nueve importantes artistas canarios se dan cita en la Galería Bibli (calle San Francisco Javier, 15, Santa Cruz de Tenerife) para mostrar su particular visión del cuerpo, la figura humana y su idea de cuerpo como presencia o ausencia. Carnalidad y Vacío es el nombre de esta propuesta que se podrá visitar hasta el 15 de marzo y que cuenta con el cuerpo como tema o como sujeto histórico. Juan Bordes, Plácido Fleitas, Gonzalo González, Pedro González, Juan Hidalgo, Lecuona & Hernández, Francis Naranjo, Maribel Nazco y Ernesto Valcárcel protagonizan esta exposición con obras que han sido realizadas a lo largo de casi siete décadas, desde los bocetos de Plácido Fleitas de 1950 a la escultura de Lecuona & Hernández La desilusión de los límites, delaño 2016.

De este modo, la Galería Bibli vuelve a apostar por una de sus señas de identidad, que es la de mostrar piezas de diferentes momentos, que en este caso van desde las más contemporáneas hasta las realizadas a medidos del siglo pasado. "El arte no tiene edad y las piezas que son buenas, son buenas en cualquier momento", asegura el gerente del espacio creativo, Fernando Pérez, quien añade que "el cuerpo está más presente en algunos casos, mientas que en otros precisamente su ausencia el fundamental para poder entender la pieza". Las once propuestas de los nueve artistas seleccionados se encuentran a la venta y, en algunos de los casos, no se han expuesto con anterioridad o desde hace mucho tiempo.

Abre la muestra Cosmoarte, de Pedro González, un cuadro realizado en 1978 y que forma parte de una de las series pictóricas más extensas del artista lagunero. La complejidad del dibujo y su barroquismo protagonizan esta pieza que muestra una serie de manchas antropomórficas que dejan al descubierto "el cuerpo descarnado" que tanto caracterizaba la creación de González. "Cosmoarte es la pintura de lo invisible", afirma Fernando Pérez sobre este cuadro.

A continuación, dos gimnastas de Juan Bordes realizadas en la década de 1990 reciben al visitante. Realizadas en bronce, el artista grancanario retuerce en estas figuras el cuerpo humano hasta límites imposibles y parece que transforma los cuerpos en monstruos. La propuesta de Gonzalo González es Espejo de las nubes, realizado en 1993 y que forma parte de una de las series más importantes del artista y en la que aúna dos de sus principales características: el gusto por el romanticismo y por el lenguaje clásico. "Poéticamente, el cielo hace referencia a las ideas, es todo lo contrario a lo terrenal y también supone, a la hora de pintarlo, un problema porque pintar la atmósfera es pintar sobre lo que casi no reparamos, lo que no vemos", reflexiona Fernando Pérez, quien concluye que González trata en esta propuesta de "aplastar sobre el plano del cuadro la esencia de lo espiritual". Así, a pesar de que la figura humana no está representada literalmente en Espejo de las nubes, "el cuerpo está presente porque nosotros mismos estamos viendo la inmensidad de ese cielo".

Calcetines blancos, un hombre y algo es el título de la pieza de Juan Hidalgo que es una fiel muestra de las acciones mínimas performativas que el artista grancanario convertía en objeto artístico. “La obra Juan Hidalgo no nos habla de un cuerpo sexualizado, de revistas porno o de superdotados, aquí el cuerpo es el de todos los días, nuestro cuerpo, el sexo como idea y como cuerpo que él convertía en piezas de arte”, resume Pérez.

Carnalidad y Vacío incluye una pieza de Maribel Nazco sin título que es un boceto de un metal del año 1974, y que muestra fragmentos del cuerpo humano. A continuación se puede ver la pieza de Ernesto Varcárcel Bastones de poder, realizada en 1980. "El trabajo que hizo con los volúmenes es muy interesante, sobre todo a partir de las exposiciones Materia, rito y alquimia y Los espacios inaccesibles", explica Fernando Pérez, quien indica que se trata de una pieza que ha pertenecido a una colección institucional durante los últimos 44 años y que ahora se pone a la venta.

La muestra continúa con la propuesta de 1996 de Francis Naranjo, Sendero, que pertenece a sus conocidas piezas de mármol que se apoyan sobre inestables soportes de gomaespuma y hablan sobre las inseguridades del ser humano. "Naranjo siempre realiza una propuesta aséptica en la que aborda el fracaso del ser humano como especie", reflexiona Pérez.

Dos bocetos de esculturas de Plácido Fleitas, de 1950, componen una de las últimas paradas de la exposición en Bibli. Fernando Pérez reconoce que se trata de piezas "tremendamente complicadas de conseguir" puesto que la mayor parte de la producción artística del grancanario se encuentra en el Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM). Como curiosidad, el escultor realizó estos dos bocetos en el reverso del díptico de una exposición del arquitecto Alberto Sartori y la pintora Carla Prina.

Cierra esta muestra La desilusión de los límites, de Lecuona & Hernández, una escultura del año 2016 -la más reciente de la muestra- que, en su particular lenguaje artístico, habla sobre los cuerpos y los agentes externos que definen la figura humana.