Saturno a través de la desintegración

Pedro Torres se estrena en Fotonoviembre con 'Ese fulgor', una muestra en la Fundación Mapfre Canarias realizada a partir de imágenes de la sonda Cassini

Patricia Ginovés

Patricia Ginovés

Mientras la sonda Cassini se desintegraba al entrar en contacto con la atmósfera de Saturno, continuaba enviando imágenes que poco a poco perdían el sentido y se terminaron convirtiendo en fallos y fotogramas que parecían codificados. Ese aluvión de imágenes tomadas en septiembre de 2017 llamó la atención del artista de origen brasileño Pedro Torres, que ahora presenta en el marco de la Bienal Internacional de Fotografía de Tenerife (Fotonoviembre) Ese fulgor, una propuesta que se puede visitar en la sala de arte de la Fundación Mapfre Canarias y que a continuación viajará a Gran Canaria.

Pedro Torres vive y trabaja en Barcelona desde el año 2002 y esta ha sido su primera participación en Fotonoviembre. Se estrena en la Bienal con una muestra individual, incluida en la sección Artistas en selección, gracias a la cual ha podido ampliar su propuesta, que nació únicamente con una instalación y que ahora ha crecido gracias a la incorporación de imágenes de la Colección Ordóñez-Falcón de Fotografía (COFF), considerada la colección privada de fotografía más importante de España y que se encuentra depositada en TEA Tenerife Espacio de las Artes. "Ha sido muy generoso por parte de Fotonoviembre que me dejen participar porque eso ha supuesto además que pueda ampliar la propuesta que, además, está funcionando muy bien", celebra el artista.

El artista siempre ha sentido una gran curiosidad y atracción por la astronomía ya que, asegura, "aborda una de las grandes fronteras del conocimiento humano". "El hombre se va expandiendo en la medida en que va conociendo más cosas sobre el universo. Primero pensábamos que éramos el centro de todo pero ahora sabemos que pertenecemos a una galaxia de muy pequeño tamaño y que además no somos el centro de ella. Todo ese concomiendo es lo que nos expande y nos cambia la ubicación como seres humanos que somos", reflexiona el creador quien añade que siempre le ha llamado la atención la investigación de las fronteras del conocimiento a través, precisamente, de la astronomía, una ciencia que puede generar imágenes muy bellas y atractivas. "Me resultan muy interesantes porque permiten confirmar cómo el tiempo va cambiando la percepción que tenemos de nosotros mismos y de lo que nos rodea y todo esto está íntimamente ligado a la tecnología de la que disponemos en cada momento", sentencia y añade que los conceptos de "tecnología, imagen y conocimiento están íntimamente ligados".

Ese fulgor es una propuesta expositiva que surge de la desintegración de la sonda Cassini. "La sonda recorrió Saturno durante diez años, lo que no es nada normal para un aparato de esas características y, aunque su destino final era desaparecer, mientras lo hacía continuó enviando imágenes antes de desintegrarse por completo", relata Torres, a quien le llamó la atención en ese momento que, "mientras la tecnología iba desapareciendo, continuaba creando nuevas imágenes que me parecía que abordaban muchas cosas".

Es por eso que ahora, en Ese fulgor, Pedro Torres contrapone diferentes imágenes enviadas por la sonda Cassini con diapositivas obtenidas de la Colección COFF. "He decidido elegir imágenes de un tiempo más casero y doméstico, en las que me centro en los finales de película en los que el químico de revelado deja un rastro bien visible", explica. En este sentido explica que la Colección COFF "me parece muy interesante" y precisamente ese detalle hace ahora que esta exposición sea especial para Torres quien añade que no es la primera vez que trabaja con imágenes de la sonda Cassini pero esta ha sido la primera ocasión en la que ha completado su mensaje de esta manera en la que propone una abstracción de la imagen, una decisión que está teniendo muy buenos resultados entre el público. "Los visitantes afirman que, partiendo de diferentes propuestas, imágenes y lugares, todo converge en un mismo punto y envía un mensaje muy coherente", afirma Pedro Torres quien defiende la "atractiva parte estética" de esta muestra que, además, se presenta de manera totalmente diferente para cada uno de los espectadores puesto que el recorrido se inicia con una reproducción de imágenes que va cambiando continuamente, por lo que "cada visitante se llevará consigo un conjunto de imágenes que no verá nadie más si no la visita al mismo tiempo".