Islas de la soledad (IV)

La última biblioteca

La Gabriel García Márquez, de Barcelona, debería servir de ejemplo para una política del libro inexistente en las Islas

La última biblioteca

La última biblioteca / El Día

Creo que la última biblioteca que se abrió en Canarias fue la del TEA y eso fue en 2008, es decir la red de bibliotecas lleva en stand by desde hace 15 años. Habría que preguntarse el porqué cuando en otros lugares, como Cataluña, las bibliotecas siguen floreciendo. Decía García Márquez que: «La literatura no se aprende en la universidad, sino leyendo y leyendo a los otros escritores». Y justo en su memoria se ha creado en Barcelona la biblioteca Gabriel García Márquez, que se resultó elegida este año como la mejor biblioteca pública del mundo de 2023 en el Congreso Mundial de Bibliotecas e Información, organizado por la Federación Internacional de Asociaciones e Instituciones Bibliotecarias (IFLA), celebrado en Rotterdam.

La biblioteca barcelonesa se disputaba el título con la Public Library Janez Vajkard Valvasor Krškov de Eslovenia, la City of Parramatta Library de Australia y la Shanga Library East de China.

Sin política del libro en Canarias

En Canarias se inició un Plan de Bibliotecas en la Isla de Tenerife durante el periodo de entre siglos que luego se abandonó y que debería retomarse junto con la puesta en marcha de un plan del libro más integral que el que se redactó entonces, que incluya no solo la arquitectura e infraestructura que conlleva la lectura sino que se preocupe también por los autores, que apoye a la profesión de los escritores.

Volviendo a la arquitectura, la nueva biblioteca barcelonesa sustituye la que había antes en el barrio de La Verneda, pero, ojo al dato, multiplicando por diez su tamaño. El interior está presidido por un busto del escritor colombiano que da nombre al equipamiento y que vivió en Barcelona entre 1967 y 1975. Su obra también tiene un gran protagonismo en el espacio, donde se pueden encontrar todos sus títulos en diferentes idiomas y ediciones.

La biblioteca mencionada no solo ha recibido premios por su función bibliotecaria sino por su diseño, por ejemplo el premio FAD de arquitectura a la mejor obra de 2022 donde el jurado valoró su interacción con el entorno y la cultura local y la flexibilidad de los espacios. También han valorado la calidad de su arquitectura y el compromiso con la sostenibilidad.

Para mí lo más interesante es la ambición de los responsables del plan de bibliotecas de Barcelona de no quedarse en lo fácil sino ir más allá, querían que la biblioteca fuera mucho más que un lugar para leer y se convirtiera en el centro neurálgico de la vida cívica y cultural del barrio, y que además su arquitectura tuviera gran calidad para que elevara su nivel cultural.

La biblioteca Gabriel García Márquez es el resultado de un concurso ganado en 2015 por SUMA Arquitectura, estudio de arquitectura dirigido por Elena Orte y Guillermo Sevillano. Situada en el distrito de Sant Martí, es la tercera biblioteca más grande de Barcelona y está especializada en literatura latinoamericana y también alberga el fondo del dibujante Francisco Ibáñez.

La Biblioteca Gabriel García Márquez está ubicada en un denso nodo urbano de la ciudad de Barcelona, y es precisamente este contexto el que provoca que la geometría de la construcción se adapte a las condiciones del entorno, replicando el chaflán, recurso urbanístico típico de Barcelona que se encuentra consistentemente en el entorno de esta metrópoli. El edificio aparece como un sólido escultórico, asentado sobre una plaza elevada que permite una fluida circulación peatonal a través del eje cultural del barrio con el que se mezcla. A ver si sirve de ejemplo a los políticos responsables del libro y la literatura de nuestras islas.

Dulce Xerach Pérez. Abogada y Doctora en arquitectura. Investigadora de la Universidad Europea