El secreto de Alegranza

La investigadora Laura Gangoso revela en el documental ‘Los centinelas del viento’ la especial trascendencia del Halcón de Eleonor que anida en el Archipiélago Chinijo

Laura Gangoso en el islote de Alegranza, durante el rodaje del documental, con el faro al fondo.

Laura Gangoso en el islote de Alegranza, durante el rodaje del documental, con el faro al fondo. / E. D.

El documental ‘Los centinelas del viento’ recoge las investigaciones que la bióloga Laura Gangoso ha realizado sobre una de las especies más fascinantes de Canarias: el Halcón de Eleonor. Gangoso explica la dureza que supone pasar todos los veranos en un entorno hostil como el islote de Alegranza y revela los peligros que amenazan a esta especie que es un indicador claro cómo nos afecta el actual cambio climático. 

Una de las especies más fascinantes que habitan en Canarias, y más desconocida por la mayoría de la población, es el Halcón de Eleonor, un águila que habita exclusivamente en el islote de Alegranza, en el archipiélago Chinijo, y cuya supervivencia está amenazada por culpa del cambio climático. Sin embargo, la bióloga Laura Gangoso, acompañada por el técnico Walo Moreno, ha estado estudiando concienzudamente a esta especie durante los últimos 18 años, pudiendo contribuir, a través de muchos aspectos sobre su comportamiento, a la ciencia para poder preservarlos en su hábitat.

Y una manera de entender todo este arduo trabajo es a través del documental Los centinelas del viento, de la productora Terra Incógnita, que se presentó el pasado viernes en el Museo Elder y que probablemente se proyectará próximamente por muchas de las televisiones de este país. Terra Incógnita es una productora grancanaria con un amplia reconocimiento internacional, que ha realizado numerosos trabajos de prestigio para National Geographic pero que se ha interesado por el trabajo de esta investigadora.

Un equipo experimentado en la grabación de la vida salvaje por todos los continentes, que ha estado en los sitios más inhóspitos del planeta, reconoce que ha sido el rodaje más duro al que se han tenido que enfrentar hasta el momento por la agreste de la isla, el clima tan hostil que tiene, etc.

«Estos halcones se alimentan de pájaros que los vientos alisios desplazan a Canarias» señala Laura Gangoso

Gangoso ha descubierto que estos halcones están sincronizados con los vientos alisios, de los cuales dependen para sobrevivir. Su trabajo relaciona la supervivencia de las crías de estas aves con los patrones del viento a escala global. «Hemos descubierto aspectos de su ecología básica», señala la experta. «Sabemos que pasa el invierno en Madagascar y estudiamos qué rutas migratorias toman, con muchos peligros añadidos, y cómo vuelven a los islotes de Chinijo para la reproducción y la crianza». Una de los estudios principales es la relación que estas aves mantienen con el clima.

Alimentos

«Estos halcones se alimentan de pequeños pajaritos que se crían en Europa y van a pasar el invierno a África», aclara Gangoso. «Pero durante dicha ruta, cuando van costeando África, el viento alisio los desplaza hasta Canarias, permitiendo que los halcones se alimenten de esas aves, y por eso anidan en las islas para su subsistencia, pero se pueden extinguir en caso de que estos vientos cambien, y están cambiando, como todo el cambio climático”, añade.

Estos halcones de Eleonor viven totalmente sincronizados con los vientos para reproducirse en el lugar al que llega su comida. Pero si los viento no son los adecuados puede que cambien su comportamiento o incluso se extingan. «Pasamos tres meses al año viviendo en Alegranza, sufriendo penurias de todo tipo para poder investigarlos», asegura la investigadora. Algunos de ellos son que «no tienes baño, tienes que prever con mucha atención lo que tienes que llevar porque la isla está llena de ratones y te obliga a estar extremadamente limpio. Es una zona un poco peligrosa y si le pasa algo a alguien, hasta que se pueda evacuar a esa persona, puede pasar mucho tiempo. Empiezas a valorar más del agua, la luz porque te cuesta un gran esfuerzo tener todos esos recursos allí».

Walo Moreno añade que cada año tienen que pedir permisos a la autoridad portuaria, al Gobierno de Canarias, al Cabildo insular, y a los propietarios que a veces lo dan o no. «El islote es propiedad privada y los permisos para poder acceder a él son muy complicados», asegura el técnico. «En Alegranza hay un faro que utilizamos como apoyo logístico y una única construcción de la que uno de los propietarios hace uso privado. Pero Alegranza tiene, entre otros atractivos, la reserva marítimo-pesquera más grande de toda Europa, además de ser un potencial turístico enorme que es otra de las amenazas», añade a continuación. El halcón de Eleonor es una rapaz de tamaño mediano que se alimentan de insectos, pero cuando llega la época de reproducción cambia completamente este comportamiento y empieza a alimentarse de estos pájaros que llegan de África por lo que crían más tarde, «ya que lo han sincronizado con la emigración otoñal de otros animales”, afirma la experta.

«El documental muestra el trabajo científico mezclando lo profesional y personal», añade la bióloga

«De hecho, estudiando a la especie de una forma más global en todo el planeta, es un animal que se caracteriza porque pasa el invierno en Madagascar y luego reproducirse por toda la cuenca del Mediterráneo en pequeñas islitas o islotes deshabitados en donde no existan la amenaza del hombre». Pero lo curioso es que entre dichos destinos está Canarias, que es la zona más al oeste o sur de toda el área de distribución.

Con una fotografía cinematográfica y una narración conmovedora, Los centinelas del viento es, por tanto, un documental como llamado a la acción para proteger y preservar un ecosistema tan reducido, pero a la vez tan rico como el que existe en Alegranza, y de cómo los cambios en una remota población de halcones, pueden llegar a darnos un mensaje de conservación a nivel global.

Una imagen del Halcón de Eleonor.

Una imagen del Halcón de Eleonor. / E. D.

«Estos animales tienen un polimorfismo de la coloración que hace que haya dos halcones con dos aspectos diferentes», aclara Gangoso que recuerda cómo «el viento, es responsable de los patrones de lluvia, de que llegue polvo o semillas a las isla, y estos halcones nos está enseñando cómo está cambiando el clima porque cualquier cosa que hacemos tienen consecuencias en el ecosistema y estos vientos surgen de sistemas de diferentes presión a nivel global que están siendo alterados».

Otro objetivo de este trabajo es dar a conocer un lugar como el Archipiélago Chinijo con todas las aves que anidan allí ya que el documental muestra el islote de Alegranza con una amplitud como nunca se había visto. «Y mostrar que es un lujo tener estas aves que pueden vivir 15 años, que cruza África entera y va a nidificar aquí, y que la gente conozca además el valor del trabajo científico a través de una historia en la que se mezcla lo personal con lo profesional».