La magia de Mimi y su wok: la verdadera cocina oriental que puedes probar en Tenerife

Desde su Filipinas natal, ese archipiélago cuajado de islas, siendo una chiquilla puso rumbo a Singapur, el gran polo de atracción del sudeste asiático, el crisol de las cocinas cantonesa, malaya, thai, vietnamita..., donde pasó 15 años trabajando sin descanso en restaurantes. “Al principio no paraba de hacer rollitos todos los días, hasta que poco a poco comencé a elaborar menús”. Pero Miriam Ambalati Barbados, conocida como Mimi, siempre se había sentido atraída por España, por los aromas culinarios de la antigua potencia colonial, y un buen día hizo la maleta y se presentó en Madrid, dispuesta a comerse el mundo. “Había llegado el momento de elegir lo que quería hacer con mi vida”, dice. 

En la metrópoli continuó afanada en las cocinas y allí, en un restaurante asturiano del barrio de El Retiro, conoció a un tinerfeño, Manu Regalado, y casualmente un desencuentro con el uso del microondas fue la chispa que desató el amor. Él le pidió disculpas y la invitó a tomar algo. Desde entonces maridan sus vidas. Tras ocho años en la Península, incluido un salto a Barcelona —tiempo en el que hasta oficiaron de cocineros personales para los dueños de Mango y El Corte Inglés—, llegó el momento en el que Manu quiso regresar a la Isla, la magua. A Mimi se le cayó el mundo encima; no paraba de llorar. 

“No conocía a nadie, ni el idioma”. Él entonces le regaló una perra, Laika, para que paseara y se relacionara. Por entonces, Mimi trabajaba en el hotel Terrazas de Abama y en Melvin, de Martin Berasategui, hasta que en agosto de 2021 decidieron abrir las puertas de Truly Asia, un pequeño local en Tacoronte, donde ofrecen la verdadera cocina casera de ese continente. 

Armada con su wok, y con Manu en sala, Mimi reparte magia, y si bien la pequeña Valery May es su creación más sublime, todo producto en sus manos se convierte en algo sociable, natural. 

Viaje por los sabores asiáticos

Desde la máxima de que lo sencillo es más sabroso, la carta propone un viaje sincero y honesto por los sabores asiáticos, desde los rollitos de primavera (Spring roll) o de carne; Wanton al vapor; Gyoza de pato; Charsiu Bao y Siopao (panes rellenos); un abanico de noodles (fideos); las reconocidas sopas, y composiciones como el Cha ca, lomo de lubina macerado; secreto ibérico al wok; Speribbs, costillar de cerdo, o una carrillera de ternera estofada con salsa teriyaki. 

En el capítulo de postres sorprende una tarta de yuca natural o el Maja Blanca, harina de maíz con leche de coco.