La última batalla de Lorenzo Olarte

Lorenzo Olarte logró que se creara un órgano asesor del CES para los expresidentes, de forma que obtuvieran una remuneración económica por el asesoramiento en temas de crucial importancia para las Islas

Lorenzo Olarte

Lorenzo Olarte

Lorenzo Olarte ganó su última gran batalla: dar dignidad a los expresidentes del Gobierno con una remuneración económica –que no un sueldo vitalicio– por realizar labores de asesoramiento al Ejecutivo canario, a través del conocimiento que pueden aportar, adquirido durante sus años en tan altas responsabilidades. Pero, desgraciadamente, el exjefe del Gobierno, fallecido a los 91 años, no ha tenido prácticamente tiempo de disfrutar esta larga y espinosa demanda, que fructificó finalmente en la Ley de Presupuestos de 2024, elaborada por la consejera de Hacienda, Matilde Asián (PP), bajo el mandato del actual presidente del Ejecutivo, el nacionalista Fernando Clavijo.

Tras aprobarse las cuentas canarias, que entraron en vigor el pasado 1 de enero, dos días después, tanto Olarte como el expresidente Manuel Hermoso (88 años) pidieron formar parte del nuevo órgano asesor del Consejo Económico y Social (CES ) creado ad hoc para los exjefes del Ejecutivo en la Ley de Presupuestos, para que pongan al servicio de Canarias su sabiduría y experiencia en asuntos por los que ellos lucharon, como la defensa del Régimen Económico y Fiscal (REF) o el desarrollo del Estatuto de Autonomía ante el Estado, por poner casos concretos. El Presupuesto de este año recoge la creación de un órgano asesor del CES, que, a su vez, asesora al Gobierno, integrado exclusivamente por los expresidentes que tendrán un sueldo equivalente al de los consejeros del Ejecutivo, esto es casi 71.000 euros anuales.

No obstante, son los propios exmandatarios del Ejecutivo regional los que deciden su incorporación o no al nuevo órgano asesor. La intención es que los expresidentes tengan garantizados unos ingresos futuros a cambio de una labor de asesoramiento, como sucede en una decena de autonomías. Se trata, en definitiva, de que nadie que ocupe la Presidencia del Gobierno de Canarias se vea el día de mañana en dificultades económicas, como le ocurrió a Lorenzo Olarte, que en el ocaso de su vida pasó ciertas penurias que él mismo denunció.

Tanto Olarte como Jerónimo Saavedra, antes de morir el pasado noviembre, emprendieron una cruzada para denunciar el trato «indigno» que se les daba a los expresidentes del Gobierno. Manuel Hermoso, siempre con el tono mesurado que le caracteriza, prefirió denominarlo «inadecuado».

Cuando el nuevo órgano asesor para dar cobertura económica a los expresidentes entró en vigor el 1 de enero de este año con la Ley de Presupuestos de la Comunidad Autónoma, y el 3 de enero Hermoso y Olarte pidieron entrar a formar parte de él, José Carlos Francisco, presidente del CES, «cumpliendo con la ley», dio su beneplácito. Aún no se ha celebrado ninguna reunión para esas tareas, pero las habrá, precisa Francisco, exconsejero del Gobierno y expresidente de la CEOE-Tenerife-. Y todavía debe haber un desarrollo reglamentario de sus funciones.

El político fallecido denunció en múltiples ocasiones junto a Saavedra el trato «indigno» que se les daba a los exjejes del Ejecutivo canario

Olarte, desgraciadamente, ha fallecido exactamente un mes después desde que entró a formar parte del órgano asesor. Ahora solo queda Hermoso, pero pueden acceder a la institución todos los expresidentes que lo requieran, la mayoría de los cuales, salvo Fernando Fernández, están en activo, como el propio Fernando Clavijo, Román Rodríguez, Ángel Víctor Torres y Paulino Rivero.

"No es un trabajo intenso"

El presiente del CES expone que «no es un trabajo intenso», pues la filosofía de este órgano asesor nace para dar cobertura a la quinta de los mayores y, al mismo tiempo, aprovechar sus conocimientos. «Hay que darle una cierta dignidad a su cargo y de eso se trata», remarca.

En este sentido, Jerónimo Saavedra no tenía pelos en la lengua para criticar el trato «indigno» hacia los expresidentes. «¿Hay un Estatuto de Autonomía y por qué se olvida a los expresidentes?», se preguntaba, al tiempo que compartía su vivencia: no falló ni un año al acto de conmemoración del Día de Canarias, pero tenía que pagarse de su bolsillo trayectos de avión a Tenerife, taxis, hoteles... «Es un trato indigno», repetía insistentemente, y alertaba que había otros expresidentes que lo estaban pasando mal, especialmente Olarte.

Muere Lorenzo Olarte

FOTOS: CARLOS GONZÁLEZ

El expresidente Adán Martín (CC), fallecido en 2010, intentó regular la condición de los exmandatarios, pero fue una propuesta muy controvertida, porque podía dar la sensación de que quien la promovía pretendía garantizarse un sueldo vitalicio para el futuro. Por tanto, este asunto se fue alargando en el tiempo con tensos debates parlamentarios por medio.

Pero la realidad era bien distinta para algunos expresidentes, principalmente para los jubilados. En el caso de Saavedra vivía con cierta holgura, contaba con una pensión alta por su carrera profesional de más de 2.000 euros, una casa heredada en Vegueta y otra en La Palma, y no tuvo hijos. Pero «¿qué es eso de que nos inviten a actos protocolarios y lo paguemos todo de nuestros bolsillos? Ni nos ponen un asistente como en otras comunidades para que nos ayuden a pasar los manuscritos», exclamaba en vida con el desparpajo y la sinceridad que siempre le caracterizó.

Lorenzo Olarte no se encontraba en una situación boyante económicamente. El que fuera presidente del Gobierno de Canarias, del Cabildo de Gran Canaria y fundador del Centro Canario Nacionalista (CCN), pasaba por momentos complicados económicamente en el ocaso de su vida. Y eso que ganó dinero a raudales en sus distintos cargos y por su profesión como abogado. En 2013 se intentó deshacer de la mansión de lujo que poseía en el municipio grancanario de Santa Brígida por dos millones de euros.

Hermoso y Olarte se acogieron en enero al nuevo organismo del Consejo Económico y Social, creado en la Ley de Presupuestos de 2024

«Yo creo que se puede crear un consejo de expresidente para poder asesorar al presidente actual y se podría cobrar una remuneración por ello», exponía años antes de fallecer, para defender la creación de un órgano asesor para los exmandatarios canarios. «El presidente normalmente tiene menos experiencia que los expresidentes y los expresidentes podemos darle nuestro punto de vista porque aquí ha habido temas muy gordos que se podían haber resuelto de otra manera, como el tema de la inmigración y otros asuntos, y nosotros, los viejos, podemos asesorar al presidente», reflexionaba.

"Vivo humildemente"

«A mí me da vergüenza cuando viene alguien importante a Canarias y me reconoce de cuando estuve en la presidencia o en las vicepresidencia y no puedo invitarlos a comer porque no tengo fondos para ello», se quejaba. «Yo pude ser un hombre absolutamente holgado mientras desempeñaba la función de presidente y vicepresidente pero hoy vivo humildemente, y no tengo la posibilidad de invitar a una persona que viene de fuera», lamentaba.

Como Saavedra, aunque en situaciones económicas distintas, denunciaba que cuando lo invitaban a un acto protocolario, como la conmemoración del Día de Canarias, no le costeaban nada y, a veces, no iba porque no podía. «Esto es una comunidad tercermundista y no se dan cuenta de que la práctica totalidad de las comunidades autónomas han regulado la figura de los expresidentes: Yo no pido un sueldo por no hacer nada. Yo pido un sueldo por lo que puedo aportar con mi experiencia al actual presidente», argumentó y, al final, tras un duro debate parlamentario, consiguió ese reconocimiento.

Hermoso, (nacido en La Laguna en 1935) fue presidente del Gobierno desde 1993 a 1999. Accedió al cargo tras una moción de censura a Saavedra en 1993 como miembro de las AIC, que revalidó en las elecciones de 1995. Previamente, fue alcalde de Santa Cruz de Tenerife, primero con UCD y después con ATI.

Hermoso ha pedido ser miembro de ese nuevo consejo asesor del CES con una remuneración por sus servicios y a sus años tiene mucho que dar. Conserva una gran lucidez oratoria, de análisis y atesora una gran experiencia y conocimiento. «Quizás yo tengo una situación distinta porque vengo de la empresa privada y volví a la empresa privada cuando dejé de ser presidente», evocaba recientemente. Se metió en política porque «la motivación fundamental era sentar la democracia, pasábamos de una dictadura a una democracia y fuimos muchas personas las que nos incorporamos a esa función necesaria para vivir en democracia», expresa, con una referencia especial a Olarte, recién fallecido.

Cuando Hermoso dejó la presidencia se dedicó a su empresa y le fue muy bien, pero con la crisis de 2008 lo perdió todo. Además, se dedicaba a la fabricación de productos para la construcción y fue uno de los sectores que más sufrieron. Después ha podido vivir bien, pero para ello hipotecó su chalé que se había fabricado en años anteriores a su vida política. Con la hipoteca y una pensión por los años cotizados está bien, «gracias a Dios», remarcaba. Pero el trato que se daba los expresidentes es «inadecuado», expresaba.

Los exmandatarios que pidan entrar en el CES cobrarán como los consejeros, casi 71.000 euros al año, por poner sus conocimientos al servicio de Canarias

En los últimos tiempos mantenía un fluido diálogo con Olarte a la espera de que el Gobierno y el Parlamento dieran, por fin, luz verde, a un estatuto para expresidentes con remuneración incluida, que contaba con la oposición frontal de Podemos. El pasado abril, a finales de la pasada legislatura, en la reforma de la Ley de la Presidencia se abrió la puerta a percibir esa retribución, después de que prosperase una enmienda de Podemos para dejar claro que las cantidades que perciban los exjefes de Gobierno en ningún caso serían vitalicias, sino siempre vinculadas al desempeño de un encargo público, en este caso el asesoramiento.

Hermoso este mes ya percibirá su primera paga como asesor del CES, como establece la Ley de Presupuestos de 2024. En otras comunidades está regulado el trato y el pago de los expresidentes por sus servicios de asesoramiento en los consejos consultivos. En Cataluña y Euskadi los exmandatarios tienen un «retiro dorado» pues cuentan con una importante pensión desde que cumplen 65 años, es decir, un sueldo vitalicio.

El único de los expresidentes canarios que ha rechazado una compensación económica tras dejar el cargo es Fernando Fernández, de 80 años, que fue presidente desde 1987 hasta diciembre de 1988 cuando perdió una moción de confianza y su vicepresidente, Lorenzo Olarte, lo relevó en el cargo de presidente hasta 1991.

Fue precisamente la única vez que Lorenzo Olarte ocupó la Presidencia del Gobierno, con el CDS. Fernández rechaza frontalmente que se le dé alguna compensación a quiénes hayan desempeñado este cargo. «Creo que bastante honor ha sido para cada uno de nosotros haber sido presidente el tiempo que haya sido», ha reflexionado en distintas ocasiones. Ël tiene un buen retiro. Cobra una pensión del Estado y otra por un fondo de pensiones que crearon en su época de eurodiputado del PP.

La facción de los expresidentes en activo están en otra situación. Paulino Rivero (CC), que este mes cumple 72 años, fue presidente de Canarias entre 2007 y 2015. Posteriormente, tras ser directivo en Naviera Armas Trasmediterránea, en diciembre de 2022 fue elegido por la junta general del CD Tenerife como nuevo presidente de la entidad blanquiazul, sustituyendo al expresidente, Miguel Concepción Cáceres.

Aún no se ha celebrado ninguna reunión para decidir las tareas que harán los exdirigentes, señala José Carlos Francisco

El sempiterno Román Rodríguez (67 años, de NC), fue presidente del Gobierno con CC entre 1997-2003. Aún siendo médico, la mayor parte su vida profesional la ha desarrollado en la política, donde ha sido, además de presidente, diputado del Parlamento y en sus últimas funciones públicas, vicepresidente en el Gobierno liderado por Ángel Víctor Torres y consejero de Hacienda. Tras no obtener escaño en mayo de 2023 al presentarse a la Presidencia del Gobierno por NC-Bloque Canarista en la lista regional, ahora se dedica al partido y es presidente de la formación.

Ángel Víctor Torres, de 57 años, presidente en el mandato 2019-2023 con el pacto de las flores, es ahora ministro de Política Territorial y Memoria Democrática. Y el más mancebo de ellos, Ferrando Clavijo, nacido en agosto de 1971, vuelve en esta legislatura a ser presidente del Gobierno (fue en 2015-2019 y relevado por Ángel Víctor Torres).

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