La automoción sobre la Estrategia Canaria de Acción Climática: es una hoja de ruta poco realista y "con lagunas"

Fredica y Faconauto ven buenas intenciones en la norma, pero remarcan que las administraciones deben desarrollar los puntos de recarga de coches eléctricos

Un coche eléctrico en un punto de recarga en la capital grancanaria.

Un coche eléctrico en un punto de recarga en la capital grancanaria. / Andrés Cruz

El Gobierno de Canarias avanza en sus planteamientos para descarbonizar las Islas en 2040, diez años antes que el plazo establecido por la Unión Europea, pero los empresarios de la automoción ven "lagunas" y "poco realistas a día de hoy" los objetivos marcados por la Consejería de Transición Ecológica y Lucha contra el Cambio Climático. El pasado jueves el Consejo de Gobierno aprobó la Estrategia Canaria de Acción Climática, elaborada por un grupo de expertos bajo la batuta del área que dirige el consejero José Antonio Valbuena, que, por primera vez, crea una hoja de ruta para que las Islas sean neutras en emisiones dentro de 17 años, con una previsión de gasto de 11.300 millones de euros -solo la parte que aportaría la Comunidad Autónoma y sin cuantificar la de los cabildos, ayuntamientos y del sector privado-.

Por tanto, son estimaciones que contemplan un gasto anual de 500 millones en la acción climática a partir del año que viene,  en una veintena de líneas de actuación entre las que se prioriza el fomento de la movilidad sostenible, pues el sector del transporte (por carretera, marítimo y aéreo nacional), es el que más contamina de Canarias, con un 41,8% de las emisiones netas de las Islas, según se plasma e esta Estrategia, y deberá reducir sus 5.461 kilotoneladas de CO2 expulsadas a la atmósfera hasta un 84,2%. También se aboga por aumentar la penetración de renovables, la descarbonización de ciudades y del campo canario o el aumento de los sumideros que absorben carbono.

Buenas intenciones

El documento nace con muy buenas intenciones, pero "a día de hoy" es una norma "con lagunas" y "poco realista" estiman los dirigentes de las patronales de automoción Fredica (Federación Regional Canaria de Empresarios Importadores y Concesionarios de Automóviles), Rafael Pombriego, y de Faconauto Canarias, Manuel Sánchez, que ven cómo se les marca un camino pero, por ejemplo, la labor que deben hacer las administraciones en crear infraestructuras para los vehículos eléctricos se quedan en el aire, al igual que la ficha financiera solo aparece en los papeles y no está garantizada.

Para el presidente de Faconauto Canarias, el documento es una propuesta "ambiciosa" con "una inversión muy potente en un desarrollo de infraestructuras que hoy ni se las ve ni se las esperan". Considera que "si se alinean los astros" y se consiguen todos estos planteamientos la puesta en marcha de esta estrategia sería "simplemente fantástica", pero para ello hay hándicaps importantes: deberían trabajar conjuntamente las administraciones implicadas eliminando la maraña burocrática entre ellas, y que esa ficha financiera se plasme en los presupuestos porque ahora mismo "es un castillo en el aire", y más cuando se van a producir unas elecciones, y el consejero de Transición Ecológica ya ha manifestado que no va a repetir, amén de que hay partidos que, si entran a gobernar, pueden echar para atrás esta norma.

Pombriego no entiende la prisa de Canarias para descarbonizar antes que Europa

Por tanto, la estrategia marca una hoja de ruta, en desarrollo de la Ley de Cambio Climático que obliga a la electrificación del parque móvil para reducir las emisiones pero, previamente, "son las administraciones las que tienen la obligación de montar las infraestructuras necesarias" para, por ejemplo, la recarga de los vehículos eléctricos, algo muy poco desarrollado en las Islas. "Solamente se realiza aquello que cuenta con ficha financiera y donde haya unanimidad entre las administraciones implicadas", enfatiza.

Para Rafael Pombriego, vicepresidente de Fredica, "no es una estrategia realista". No comprende por qué Canarias está empecinada en adelantarse diez años con respecto a Europa en el objetivo de la descarbonización, teniendo en cuenta que el Archipiélago es una de las economías más débiles, «ya no solo de España sino de Europa», y, por tanto, «el esfuerzo que requeriría es mucho mayor».

Le sorprendió que se declarara la emergencia climática en Canarias cuando sus parámetros respecto al efecto de la contaminación eran absolutamente normales, si bien considera, como todos, que es «deseable» luchar contra las consecuencias del cambio climático, pero la diferencia «son las formas y los criterios para abordarlo».

«Las previsiones que se realizan por el Gobierno de Canarias en el sector del automóvil nos parecen totalmente irreales en las cifras hasta 2030, y no creo que ahora pasemos ni de las 15.000 unidades eléctricas en todas las firmas, y eso sería matricular cada año casi todos los coches eléctricos», explica. «Ojalá» pudieran hacerlo, remarca, pero teniendo en cuenta el desarrollo de las infraestructuras que se necesitan «esto va a ser complicadísimo», sentencia.

Recuerda que la Unión Europea había puesto de plazo hasta 2035 para la venta de coches de combustión, y Canarias quería adelantarse unos años pero al final les hicieron caso, después de visitar a todos los partidos para que no aceleraran en las Islas el proceso. De hecho, Alemania frenó el pasado marzo ese objetivo y, tras negociaciones, la Comisión Europea anunció que había alcanzado un acuerdo para que los vehículos con motores de combustión sigan a la venta tras 2035 si utilizan biocombustibles respetuosos con el medio ambiente, como los llamados combustibles sintéticos o eFuel. En cambio, estará prohibida la venta de coches nuevos que usen gasolina y diésel convencional.

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