La ruta canaria de la migración cierra un mes de agosto negro. Al menos 509 personas han muerto o desaparecido en su intento de llegar al Archipiélago atravesando el Atlántico en patera, cayuco o zodiac. Zarparon desde las costas africanas rumbo a las Islas con la esperanza de alcanzar Europa para mejorar sus vidas y las de sus familiares. Sin embargo, la precariedad de las embarcaciones en las que viajaban, la escasez de agua y víveres durante la travesía, las malas condiciones del mar o la dificultad para mantener el rumbo les llevó a perder la vida.

El mes pasado se registraron, al menos, 15 tragedias en el océano relacionadas con la inmigración hacia Canarias, algunas de ellas con decenas de fallecidos o desaparecidos entre el oleaje. La primera se registró al localizar una patera a la deriva cerca de la costa de Nuadibú, en la que murieron de hambre y de sed 27 personas. Precisamente, desde ese punto de la costa africana partió una zodiac que pasó 13 días navegando con 54 migrantes a bordo. 47 de ellos fallecieron y los siete supervivientes fueron detenidos en Mauritania.

Hace dos semanas, a 250 kilómetros de la costa de Gran Canaria, se localizó una neumática volcada, semihundida y con uno de los patines pinchando. La única superviviente del naufragio, una mujer marfileña de 30 años, relató que 52 personas iniciaron el viaje con ella desde Marruecos. Entre las últimas catástrofes de las que se ha tenido constancia está la que se vivió hace solo seis días, cuando se encontró una patera a unos 500 kilómetros de El Hierro con ocho niñas, de las cuales solo sobrevivió una, tras once días de dura travesía en medio del Atlántico. La embarcación partió desde Dajla, en el Sahara Occidental, con 55 personas a bordo y 29 murieron camino de Canarias.

Las tragedias no se limitan a las que se pueden constatar en tierra, también hay embarcaciones que zarpan desde algún punto de la costa africana, pero sus ocupantes desaparecen sin dejar rastro. Solo en los últimos días, la ONG Caminando Fronteras ha alertado sobre la desaparición de varias neumáticas. Una de ellas, que llegó ayer a Fuerteventura tras cinco días a la deriva, partió de Tan-Tan (Marruecos) con 42 personas a bordo, y otra desde El Aaiún, con 52. La portavoz de la organización, Helena Maleno, lamenta que los migrantes se lanzan al mar con barquillas cada vez más precarias, lo que agrava la peligrosidad de la ruta canaria.

Por su parte, la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), de las Naciones Unidas, da unas cifras más bajas. Calcula en 525 las personas fallecidas en lo que llevamos de año en la ruta canaria. A finales de junio, la OIM cuantificaba en 136 las víctimas mortales en la ruta canaria desde el pasado enero, y en apenas dos semanas las elevó a 250. Es decir, que desde mediados de julio hasta finales de agosto han perecido en el mar intentando llegar a Canarias 275 personas. Fuentes de la OIM precisan a Efe que en sus estadísticas se incluyen los casos confirmados en los que hay supervivientes o se han recuperado cuerpos, debido a la dificultad de monitorizar y verificar los llamados naufragios invisibles, esto es, aquellos en los que barcos enteros desaparecen.

Esto explica en parte la discrepancia con los números de la ONG Caminando Fronteras, que tiene constancia de 36 embarcaciones perdidas en la ruta canaria el primer semestre de 2021. Esta ONG eleva las muertes a 1.922 en 57 naufragios.

El baile de cifras no se limita al número de personas fallecidas en la ruta canaria. También hay desacuerdo sobre la cantidad de menores extranjeros no acompañados que permanecen bajo la tutela del Gobierno de Canarias. La Consejería de Derechos Sociales confirma que actualmente hay 2.474 niños y jóvenes alojados en los recursos del Ejecutivo autonómico y de los cabildos insulares. Mientras que el secretario general de Coalición Canaria, Fernando Clavijo, eleva el número hasta los 3.000 y asegura que la situación «es insostenible para los menores y para el sistema de acogida».

Corresponsabilidad

En lo va de año, se ha trasladado a otras comunidades autónomas a un total de 152 menores –25 a Castilla y León, 25 a Extremadura, 15 a Navarra, 43 a Cataluña, 18 a Valencia, seis a Castilla-La Mancha y 20 a Aragón–. Además, desde Derechos Sociales adelantan que el próximo lunes se reactivará el reparto de menores pendiente hacia Cantabria, Galicia y País Vasco. La Consejería defiende que los convenios para trasladar a los niños y jóvenes a otras comunidades son «la mejor opción de la que se dispone en la actualidad», para evitar saturar más el sistema de acogida.

«Canarias se encuentra al límite», admite la directora general de Protección a la Infancia y la Familia, Iratxe Serrano. Quien afirma que «hemos prácticamente agotado la capacidad de nuestros recursos propios y alquilados», por lo que insiste en la necesidad de fomentar la corresponsabilidad interterritorial y conseguir «un mayor compromiso por parte del Estado».

El vicepresidente del Gobierno de Canarias, Román Rodríguez (NC), explicó que los adultos migrantes que han llegado a las Islas se han derivado a otras comunidades autónomas o han seguido su ruta migratoria hacia otros países y ahora defiende que se debe hacer lo mismo con los menores «para atenderlos dignamente y de forma compartida».

En cuanto al repunte en la llegada de migrantes al Archipiélago, Rodríguez comentó que desde África saldrán «millones de personas en los próximos años» ya que es un continente muy poblado, «expoliado», y afectado por las guerras y el cambio climático. Así, señaló que las Islas son la frontera sur de España y la Unión Europea, por lo que apeló a convencerles de que «hay que actuar en origen» para generar una condiciones de vida dignas en esos países aunque no sea «fácil ni rápido».

En esa línea, el ministro del Exteriores, UE y Cooperación, José Manuel Albares, mostró el lunes su preocupación por «el aumento de entradas irregulares» en algunas zonas del país y «particularmente» en Canarias. Por esto, apuntó que la intención del Ejecutivo es seguir con políticas de diálogo y cooperación con países de origen y tránsito de los migrantes, la «lucha contra las causas profundas de la migración» y el «combate contra las mafias». Albares indicó que el Archipiélago tendrá un papel importante en la acción exterior de España. «La migración es un fenómeno global y duradero que debemos gestionar con inteligencia y humanidad», señaló el ministro.

El 17,9% de los migrantes son menores

Cruz Roja atendió a pie de playa o muelle a 7.621 migrantes tras su llegada en patera a las costas canarias, entre el 1 de enero y el 28 de julio, mientras que en el mismo periodo del año pasado fueron solo 3.100 personas. Entre quienes arribaron de manera irregular al Archipiélago, el 17,9% eran menores de edad. Un porcentaje ligeramente más reducido que el de 2020, cuando los niños y jóvenes suponían el 21,4% de los migrantes que entraban en las Islas. Otro grupo vulnerable es el de las mujeres, dentro del que se encuentra el 16,8% de las personas que llegaron en pateras o cayucos al Archipiélago hasta el 28 de julio, mientras que el año pasado las mujeres suponían el 18,8% de las personas que arribaron a Canarias en algún tipo de embarcación precaria. El responsable del Programa de Refugiados de Cruz Roja, José Javier Sánchez, explica que desde que se cerraron los hoteles del Sur de Gran Canaria como recursos para alojar provisionalmente a los migrantes su organización ha podido dedicar esfuerzos a la formación de los equipos, especialmente para la detección y tratamiento de los perfiles más vulnerables, como las mujeres y los niños. Con respecto a los lugares de procedencia de los migrantes, el 76% son de origen subsahariano, frente al 91,4% del año pasado; y el 24% son de origen magrebí, mientras que en los siete primeros meses de 2020 solo suponían el 8,6%.