La ruta atlántica de la inmigración, que une la costa africana con Canarias, sigue cobrándose vidas de personas que quieren llegar a Europa. La ONG Caminando Fronteras informó ayer sobre la desaparición en el mar de 42 personas –30 mujeres, ocho niños y cuatro hombres– que partieron en una patera rumbo al Archipiélago desde la localidad de Dajla, en el Sahara Occidental. La embarcación estaba construida con madera y se encontraba en mal estado. Al zarpar, comenzó a hacer aguas y fue volcada por una ola. Media hora después de empezar a navegar, la lancha naufragó y 42 de los 52 ocupantes desaparecieron en aguas del Atlántico.

La trágica escena, que tuvo lugar en la madrugada del martes, fue presenciado por varios pescadores locales que, según señala la portavoz de la ONG española, Helena Maleno, intentaron rescatar a los ocupantes y avisaron a las autoridades marroquíes. Entre la decena de supervivientes hay seis mujeres y cuatro hombres. Una de las personas que salvaron y que relató el naufragio a la ONG es una madre que perdió a dos hijos en el accidente. El cuerpo de su hija, afirma, parece ser el único encontrado hasta el momento, aunque todavía tiene que acudir a la morgue Dajla para identificarlo. Éste es el segundo naufragio del que alerta la ONG en lo que va de semana, después del hundimiento el pasado miércoles de una patera con 75 personas a bordo en la costa de El Aaiún, que habría provocado la muerte de, al menos, tres migrantes.

A ocho millas del sur de Gran Canaria, Salvamento Marítimo rescató ayer una patera con 63 migrantes subsaharianos a bordo. Entre ellos viajaban trece niños de corta edad, 27 mujeres y dos hombres. La embarcación fue avistada por un barco de recreo que navegaba por la zona y que dio la alerta. Una vez recibido el aviso, la Salvamar Macondo salió a su encuentro y trasladó a los migrantes al puerto de Arguineguín, donde han sido asistidos por el dispositivo sanitario activado.

Caminando Fronteras también alertó a las autoridades españolas y marroquíes sobre la salida de otras dos pateras con 62 y 54 personas a bordo, respectivamente, que según Maleno zarparon hace tres días desde un punto de la costa situado unos kilómetros al sur de El Aaiún, también en el Sáhara Occidental. Si bien, las autoridades alauitas hasta ahora no lo han confirmado.

La Asamblea de Apoyo a las Personas Migrantes de Tenerife remitió ayer un escrito al Defensor del Pueblo en el que denuncia la expulsión de inmigrantes acogidos en el Centro de Las Raíces, tras haber protestado por no poder continuar su viaje. Fuentes de la Asamblea indican que sólo desean una solución para estas personas que son expulsadas del sistema de acogida del Ministerio de Inclusión y está intentando mediar para su readmisión, hasta el momento sin ningún éxito «ante la cerrazón de la dirección de ACCEM», la organización encargada por el Ministerio para gestionar el centro.

En lo que va de año, 7.531 migrantes han llegado de manera irregular a las costas canarias, a bordo de 200 embarcaciones precarias, según los últimos datos del Ministerio de Interior. Esto se traduce en un incremento interanual del 136%, ya que en el mismo periodo de 2020 arribaron al Archipiélago 3.185 personas en 105 pateras. Hace tres semanas, durante su última visita a Canarias, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, defendió la «solidez» de las infraestructuras contenidas en el Plan Canarias ante una posible nueva oleada de migrantes a las Islas en los meses del mar en calma –septiembre, octubre y noviembre– como ocurrió en 2020.