«Derrota en Fontes do Sar tras un mal último cuarto», titula la web canarista

.

Nenad Markovic: «Son cuatro derrotas seguidas en la liga, tres fuera de casa y otra ante el Real Madrid, y no es nada cómodo, pero vamos a seguir trabajando y luchando»

El Iberostar Tenerife cayó derrotado este domingo en su visita al Monbus Obradoiro (75-64). Jugó bien sus bazas el equipo aurinegro hasta el tercer cuarto (54-42) para luego perder cualquier opción de triunfo en la última manga. Un día gris en el triple (4/20), el buen hacer de un rival, el gallego, que sigue invicto en su cancha y que demostró el porqué de su condición de equipo revelación (7/2); y la falta de argumentos consistentes en los últimos diez minutos (solo dos canastas en juego), explican en parte la derrota aurinegra.

Tuvo que remar contracorriente el conjunto insular durante buena parte del encuentro, además de intentar sobreponerse a la baja de última hora de Javier Beirán (lesionado en el pie derecho en la sesión de anoche y cuyo alcance se concretará tras someterse a las pertinentes pruebas médicas). Pese a todo, salió muy firme el grupo de Nenad Markovic para firmar una buena puesta en escena (2-6, 8-12), fajándose bien atrás y moviendo el balón con paciencia en ataque.

Intentó el Obra imponer entonces su condición de anfitrión con un par de parciales significativos de 9-0 (17-14) y 7-0 (26-19) camino del descanso y liderados por un incisivo Radovic, pero lo cierto es que el Iberostar Tenerife reaccionó con entereza. Efectivos en los tiros de dos, aunque muy discretos desde más allá del 6,75, los aurinegros limitaron al máximo las pérdidas (solo tres al receso) y manejaron la situación con cierto control, pese a que los gallegos gozaron de más segundas opciones de las deseadas.

Los balones interiores a Mike Tobey, un par de buena acciones de mérito de Rosco Allen y los galones de Richotti y Ponitka mantenían a los canaristas en la pomada (36-34, 20′); incuso después de que los locales encadenaran varios triples a la vuelta de la pausa y amagaran de nuevo con abrir brecha (47-42). El grupo de Markovic tuvo entonces la paciencia necesaria para circular el balón con criterio y estrechó el cerco (52-52) hasta que los gallegos dieron un paso al frente llegado el último cuarto.

Varias acciones puntuales de Navarro y los problemas para anotar en ataque comenzaron a condenar a un Iberostar Tenerife que cayó entonces en un querer y no poder, esta vez sin vuelta atrás. La frustración en los últimos minutos ante la solidez defensiva del rival acabó por sentenciar a los tinerfeños a la derrota y permitió a los gallegos prolongar una jornada más la condición de fortaleza de Fontes do Sar, donde este curso aún no ha ganado nadie.