Golpeados y acuchillados. Así encontraron los cuerpos de Lucía y Rafael, un matrimonio de 87 años que vivía aquí, en este barrio bilbaíno. Conmoción y temor entre sus vecinos. Fue su hija quien dio la voz de alarma. Les llamó porque no habían ido a una cita médica. Como no le cogían el teléfono fue su yerno el que se acercó a la casa y descubrió los cadáveres.