Nada más decretarse prisión incondicional contra Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, se han desatado estas caceroladas por toda Cataluña. Una sonora protesta desde los balcones que después, convocados por la Asociación Nacional Catalana, se ha trasladado a las calles en forma de concentraciones como la de Gerona o la de Barcelona frente al Palacio de Generalitat, con la presencia de líderes independentistas. Entre aplausos ha sido despedido a su salida Carles Puigdemont, que a través de Twitter tacha el auto de la jueza de "muy mala noticia".