El Ejército israelí avanza sin piedad en la Franja. El último bombardeo sobre un área residencial ha dejado siete muertos, una familia completa. Tras el anuncio de ocupación a la Franja, la bandera de Israel hondea en territorio ya conquistado. Subidos a sus blindados, los israelíes se han asegurado de captar y difundir su nueva entrada en Gaza, ahora por el sur. Según el Gobierno israelí es una operación limitada, muy lejos de la invasión a gran escala de la que hablaban hace unas semanas. Pero el cierre de los dos pasos fronterizos ha cortado de golpe la entrada de una ayuda humanitaria vital. El mensaje de Netanyahu es claro: “Israel no permitirá que Hamás rehaga su régimen diabólico y no permitirá que rehagan su capacidad para seguir buscando nuestra destrucción”. Pero además de tanques a Rafah, el primer ministro ha enviado negociadores a El Cairo para retomar las conversaciones con Hamás. Unas negociaciones que siguen vivas, aunque en peligro según advierten alarmados Egipto, Qatar y otros gobiernos.