Estados Unidos ha puesto en marcha esta madrugada una primera fase con bombardeos sobre objetivos proiraníes que, según el presidente de EEUU, Joe Biden, no pretenden extender la guerra por todo Oriente Próximo. Los bombarderos B-1 de la fuerza aérea estadounidense se han cebado sobre instalaciones proiraníes en Irak y Siria, aunque el régimen de los ayatolás niegue toda implicación en los ataques a militares estadounidenses en Jordania. La Unión Europea, por su parte, ha pedido evitar que la situación se torne aún más explosiva". De hecho este sábado por la mañana se han reunido en Bruselas, Bélgica, todos los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, a la que también ha asistido el alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, quien en declaraciones a los medios de comunicación a su llegada a esta reunión informal de los ministros de Exteriores, ha dicho que hay que evitar que la situación se convierta en explosiva. Dice Biden que no buscan calentar aún más los conflictos que ya asolan Oriente Próximo, aunque EEUU se ha tomado la justicia por su mano. La represalia de su poderoso ejército llegaba esta madrugada, con ataques aéreos sobre más de 80 posiciones de las milicias proiraníes en Siria e Irak.