La ciudadana italiana Ilaria Salis declaró este martes en un juzgado de Hungría, para declarar por unas presuntas agresiones a manifestantes en una concentración de extrema derecha, y lo ha hecho completamente encadenada de pies y manos y sujeta por una cadena, en una imagen que ha dado la vuelta al mundo y ha provocado una gran indignación, especialmente en el país transalpino. Salis fue detenida el año pasado tras ser acusada de agredir a varias personas durante la manifestación del 'Día del Honor' en Budapest, que se celebra en conmemoración de un intento fallido de los soldados húngaros nazis y aliados de escapar de Budapest, durante el asedio del Ejército Rojo a la ciudad en 1945.