Escenario de lujo para el sorteo. El palau de la música acogió al público y los actuantes más altos de su historia. Nuestros Epi o Romay, Dino Radja, Sahsa Djordevic, José Rafael Piculín Ortiz, o el ex árbitro Kotleba. El que peor vio la gala: al que le tocara detrás de Arvidas Sabonis. En primera fila, los presidentes de la FIBA y de la española se preguntaban si cabrían en la caja del mago que amenizó la espera. Un par de presentaciones, las mascotas: dos risueñas manos listas para echar unas canastas.