Mantener unas ventanas limpias es fundamental para evitar que la suciedad se expanda por el hogar, peor no siempre resulta fácil eliminar el polvo de algunas zonas del hogar menos accesibles. Es el caso de los raíles de las ventanas, en un espacio donde la suciedad y las motas de polvo más se acumulan y de manera menos visible. La poca distancia que separa un raíl del otro hace mucho más complicado para cualquier método de limpieza llegar a todos sus rincones hasta eliminar todo el polvo acumulado.

Lejos de buscar productos o aparatos que se encarguen de absorber los restos de polvo al fondo de los estrechos raíles, hay una solución al alcance de todas las casas: se trata de utilizar un secador de pelo. Para recopilar la suciedad lo único que hay que hacer es desenroscar la parte de atrás del secador para poner una bolsa de plástico y volver a enroscarla para atrapar esas motas que se resisten en el fondo del carril.