'Peo' o 'ano': este es el motivo por el que las matriculas de los coches no llevan vocales

Las matrículas sirven para identificar los vehículos. La Policía o la Guardia Civil sólo tiene que introducir los números y letras que figuran en la matrícula para saber de manera automática a quien pertenece o si ha pasado la ITV. Es una manera de identificar, pero también de controlar el parque móvil.

Las matrículas en España están formadas por cuatro números y tres letras, pero ninguna vocal. Además, en el lado izquierdo de la matrícula, hay una franja azul con las estrellas de la bandera de la Unión Europea y, debajo, la letra E. ¿Cómo se asignan esos números y esas letras? Es la Dirección General de Tráfico (DGT) la encargada de otorgar esta identificación a los vehículos y lo hace en función del orden por el que salen de la fábrica. Aunque hay países como Reino Unido o EEUU en los que es posible pagar por tener una matrícula concreta o personalizada, lo cierto es que en España esto no funciona así. No se pueden comprar matrículas.

Un sistema de letras y números

España cambió el sistema de matriculación de vehículos en 2000. Hasta esa fecha, los coches se identificaban con el nombre de la provincia, es decir, TF de Santa Cruz de Tenerife; M de Madrid o GC por la provincia de Las Palmas. Todo esto cambió hace más de 20 años para poder adaptarnos a los países europeos, así fue como surgieron las nuevas matrículas con cuatro números y tres letras.

¿Por qué no hay vocales? Muy sencillo para evitar palabras malsonantes y también la guasa. Si se hubieran permitido las vocales, habríamos tenido matrículas con palabras como: "peo", "feo", "ano", "pis"... También habríamos tenido nombres como Ana, Eva o Mar. La restricción impuesta sobre las vocales obligó a la DGT a empezar las matriculaciones por la letra B, es decir, BBB.

La ausencia de vocales no es la única curiosidad que tienen más matrículas españolas, tampoco figuran letras como la Ñ, la CH, la Q ni la LL. En total, entre vocales y consonantes, hay nueve letras de nuestro abecedario que nunca estarán en la matrícula de un coche.