¿Recuerdas las matrículas GC y TF?: 257.000 coches aún las conservan en Canarias

En las Islas, que cuentan con el parque móvil más envejecido de España, circulan un 15% de vehículos con los identificativos provinciales

Coches clásicos que todavía circulan por las carreteras tinerfeñas con matrícula provincial

Coches clásicos que todavía circulan por las carreteras tinerfeñas con matrícula provincial / E. D.

Clara Morell

Clara Morell

Santa Cruz de Tenerife

Varias generaciones de canarios compraron su primer coche con un identificativo que ahora es difícil de ver circular por las carreteras: la matrícula provincial. El lector que tenga más de 23 años recordará cómo en las Islas se podían registrar solo dos tipos de matrículas: las de los vehículos de la provincia de Las Palmas –con las siglas GC– y las de los automóviles de la provincia de Santa Cruz de Tenerife –con las siglas TF–. Tras un cambio de norma en el año 2000, aquel sistema quedó en desuso y poco a poco han ido desapareciendo los vehículos que se acogían a él. Actualmente, un total de 257.149 coches conservan todavía la matrícula provincial en las Islas, según el informe La posventa en verde del VO elaborado por la empresa de gestión integral de automóviles Solera.

Estos datos sitúan a Canarias como la séptima comunidad donde más vehículos con matrícula provincial resisten al cambio de normativa. Por delante del Archipiélago se encuentran Andalucía (857.375), Madrid (722.496), Cataluña (716.440), Comunidad Valenciana (527.944), Galicia (311.599) y Castilla y León (267.440). Pero, según la Dirección General de Tráfico, las Islas tienen el parque móvil más envejecido de España, algo que se refleja también en el porcentaje de coches con matrícula provincial: el 15% de los coches que hay en las Islas –que ascienden a 1.767.342 según los últimos datos del Ministerio de Transporte–, cuentan con el identificativo GC o TF.  

Pensar en cómo era la vida cuando solo existía la matrícula provincial provoca la «nostalgia» de Manuel Sánchez, presidente de la patronal de concesionarios en las Islas –Faconauto Canarias–. «Me movía por España fijándome en las matrículas. Siempre detectaba si un coche venía de otra provincia. El cambio lo vivimos como la pérdida de la identidad regional», recuerda. 

El cambio de norma se vivió como una pérdida de identidad; ya no era fácil ver el origen del coche

Y es que llevar una matrícula con la provincia donde se residía era «motivo de orgullo» para muchos. Por ello, una vez que se eliminó el identificativo para adaptarse a la normativa europea, hubo ciudadanos que no lo aceptaron. Sánchez asegura que años después de aquello los clientes seguían pidiendo en el concesionario tener las letras de su provincia en la matrícula. En rebeldía a la negativa, muchos ciudadanos decidieron poner pegatinas que situaran geográficamente sus vehículos, «tanto con banderas de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya como con el Oso y el Madroño en Madrid».

La matrícula provincial no solo daba información geográfica, también hablaba sobre el kilometraje y la antigüedad del vehículo, pues «se suponía que un coche de Madrid era más nuevo porque allí se matriculaban más».

Pero no todo eran ventajas. Sánchez, que se movía por la Península con un vehículo de Las Palmas, fue víctima de la confusión ajena: «Muchos me decían que la GC de mi matrícula significaba que era un vehículo de la Guardia Civil. Mis amigos se negaron a ir en mi coche al País Vasco, decían que nos traería problemas», rememora. Además, cree que hoy no estaría bien visto que todos los vehículos de la provincia de Las Palmas se identificaran como GC y los de la provincia de Santa Cruz de Tenerife como TF, «como si solo existieran dos Islas».

Como se pasó a usar letras aleatorias, para muchos fue difícil memorizar el ‘DNI’ de su automóvil

Cuando en el año 2000 la ciudadanía tuvo que empezar a aprenderse las letras aleatorias de su matrícula, que sustituyeron a las de su provincia, la memoria no estaba preparada. Por eso, «optaron por hacerse llaveros personalizados con las matrículas de los coches. En ese año no era como ahora, que llevábamos el móvil inteligente y le hacíamos fotos a todo para acordarnos, así que algo había que inventar», añade.

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Los primeros vehículos con las siglas GC y TF se matricularon en Canarias en 1926, un año antes de la división provincial de 1927, como recuerda el experto Rafael Navas. Antes, todos los coches del Archipiélago llevaban en su matrícula las siglas TE, por estar en Tenerife la capital de Canarias en aquel entonces y el Gobierno Civil que otorgaba las matrículas. «Desde hacía muchos años, políticos grancanarios abogaban por la división provincial y el cambio de matrículas fue solo un preámbulo de lo que después sucedería», explica. El último coche con matrícula TE fue el Buick TE 3903 del ingeniero Juan Muñoz Pruneda. Hoy solo se conserva un coche con matrícula TE, pues se multaba su circulación. | C. M.

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