¿Sabes qué Mercadona ha cambiado sus paquetes de chicles? Este es el motivo

Los productos de Mercadona siguen siendo una revolución. Cada cierto tiempo, la cadena de supermercados revienta el mercado con alguna novedad entre sus diferentes marcas hasta tal punto que en algunos casos los compradores hasta acaban vaciando las estanterías.

Pero la empresa de Juan Roig intenta compaginar los nuevos lanzamientos con el mimo a sus productos de siempre, para que sigan siendo los favoritos del consumidor. Y es lo que ha hecho ahora con uno de sus clásicos: los botes de chicles.

Este producto tiene algunos cambios imperceptibles para muchos pero que no han pasado desapercibidos para sus clientes más fieles. Se trata de un rediseño de los paquetes de los chicles en los tres sabores más populares de Hacendado: Hierbabuena, Menta, Fresa y Menta Fresca 100% Xilitol

Lo primero ha sido reducir el tamaño, con lo que tanto Mercadona como su fabricante usan menos menos plástico en su fabricación y menos cartón en su distribución. Y sin cambiar el número de unidades: 70 chicles por bote al mismo precio (poco menos de dos euros).

El segundo de los cambios tiene también tras de sí un objetivo medioambiental: han modificado la pegatina por una del mismo material que el propio bote, lo que hace que sea reciclable en su totalidad.

Medio ambiente

Con estas medidas, la cadena ha conseguido reducido el plástico total de los botes de chicles en un 15%, lo que supone treinta toneladas menos de plástico al año. De hecho, con la disminución del diámetro del bote se reduce un 30% el espacio necesario para transportar las mismas unidades, con el consiguiente beneficio medioambiental.

Mercadona explica que, en el marco de su Estrategia 6.25, «sigue trabajando en su compromiso de gestión responsable de residuos, que supone entre otros reducir el uso de plástico y mejorar la sostenibilidad de los envases de marca propia».

El último movimiento en los botes de chicles va en la línea de otros ya realizados por Mercadona, como la apuesta por las recargas en productos de perfumería y cosmética, la incorporación de plástico reciclado en los envases de las pizzas refrigeradas o el desarrollo de bolsas reutilizables y sostenibles.