‘Cabras bombero’ contra el rabo de gato y los incendios forestales en Tenerife

José Trujillo, ‘Corruco’, ratifica lo mal que lo pasan los productores por la inflación y la burocracia

Propone usar los animales como un recurso para prevenir los incendios

‘Cabras bombero’ contra el rabo de gato y los incendios forestales en Tenerife

N. P. A.

Se ofrece pastor con casi 200 cabezas de ganado –ovejas y cabras– para limpiar las laderas y los cauces de barrancos de las malas hierbas y las especies vegetales exóticas invasoras como el rabo de gato. Podría ser la tarjeta de presentación, con el estilo telegráfico de aquellos ya vetustos anuncios por palabras, de José Manuel Trujillo, pastor de Tegueste que desde niño se dedica a una labor que ya llevaron a cabo varias generaciones de su familia.

A esto ha dedicado su vida y hoy, con 45 años, propone una idea que ya desarrolla altruistamente de forma más o menos habitual y que vincula a la prevención de los incendios forestales, como el que azotó la Isla el pasado verano. Ratifica lo mal que lo están pasando agricultores y ganaderos –en medio de la sequía recientemente declarada en Tenerife– por varias razones, fundamentalmente el alza de precios de los insumos a consecuencia de la inflación y las enormes trabas burocráticas que, asegura, «van a más».

El nombre de José Manuel Trujillo es probable que le diga más bien poco a sus propios paisanos. Otra cosa es hablar del Corruco, apodo que le viene de familia. Cree que puede deberse a que «uno estaba acurrucado y la gente empezó a llamarlo así, pero tampoco lo tengo claro del todo». ç

José Trujillo 'Corruco'

José Trujillo 'Corruco' / E. D.

Pastor desde siempre

Pastor desde que tiene uso de razón, aunque también regenta un bar, José Manuel conserva a sus animales estabulados en la zona del barranco Agua de Dios. Son entre 180 y 190 cabezas más once vacas, porque también es boyero o guayero, que de las dos formas se dice, y suele participar en las romerías de la Isla. De ellos, 40 son cabras y el resto, ovejas. Su propuesta no es nueva, pero «no acaban de hacer caso». Subraya que «parece que prefieren poner cuadrillas de trabajadores de Gesplan (empresa pública con unos 3.000 empleados) que no pueden nunca hacer esa tarea igual que los animales». Insiste en que «ellos valen más para esta tarea que cualquier cuadrilla experimentada y nosotros completaríamos el trabajo donde no llegasen». Por ejemplo, en los cañaverales «cortando cañas para que caigan al suelo y se las coman luego». Concluye con una reflexión. «Y no es cuestión de quitar puestos de trabajo, porque hay muchas otras tareas que cumplir».

Insiste el Corruco, que demuestra energía y ganas, que bastaría con una contribución para el productor y no habría ladera ni cauce que se resista. Además, en su iniciativa incluye «enseñar a los críos cómo se pastorea, se hace el queso o se ordeña, crear una especie de escuela para paliar esa falta de relevo generacional de la que tanto hablan y es verdad», dice. Sus cuatro hijos, Raquel (23 años), José (18) y las gemelas Elena y Daniela (7) conocen las labores del campo porque las han mamado, pero ni se dedican ni él quiere que lo hagan profesionalmente, porque «es poco rentable y muy ingrato». No se olvida de mencionar a su fiel perro, porque todo pastor tiene un jefe de rebaño de cuatro patas. En este caso King, un garafiano de nueve años al que «solo le falta hablar». Tiene otro de un añito, Teno, de la misma raza autóctona palmera que «ya promete».

Situación crítica

José Manuel Trujillo estuvo el viernes pasado en la manifestación del sector primario en la Isla de Fuerteventura, porque «así no podemos seguir». Lo explica: «El precio de la carne, la leche y el queso es el mismo desde hace 30 años y a nosotros nos cuesta producirlos el doble y casi el triple que entonces». Cree como sus compañeros campesinos –pertenece a Aguavite, la Asociación Cultural y Recreativa Boyeros Villa de Tegueste, que hay mucho en juego. Desde una forma de vida a la alimentación sana de la gente y del equilibrio económico de la cesta de la compra a la conservación del territorio y el medioambiente. Habla de arraigo, tradiciones o sentimientos. En definitiva, «respeto por nuestra historia y los antepasados».

Rosa Dávila

La presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, planteó hace apenas unos días, con motivo de la visita del consejero regional de Sector Primario, Narvay Quintero, que «el sector ganadero puede ser un elemento más en la lucha contra los incendios». Añadió que «vamos a estudiar que nuestras ovejas y cabras salgan a pastorear en esas zonas para que puedan limpiarlas». Explicó que «es algo que estaba limitado, porque se entendía que eran actuaciones medioambientales», pero, concluyó, «vamos a utilizar el pastoreo en determinadas zonas, de la mano del área de Medio Natural, para que la cabaña ganadera ayude a limpiar en la Isla parte de nuestros montes».

Animales ‘bomberos

Cabras, ovejas o burros son cortafuegos naturales. Cabras a ras del suelo, ovejas a media altura o burros para las matas más altas. Animales bomberos que, a la vez que comen, limpian de posible material combustible los espacios. El incendio que devastó los montes de Tenerife durante tres meses desde el 15 de agosto de 2023 puso de actualidad que en Gran Canaria está consolidado un modelo en las zonas agrícolas: la trashumancia y el pastoreo como freno al fuego. El Cabildo valora hace tiempo implantar el sistema en esta Isla y lo volvió a poner de actualidad la catástrofe medioambiental. Lo defiende también Santiago Cacho, vicepresidente de la Asociación de Ganaderos de Tenerife (Agate).

El anuncio del principio en versión resumida: se ofrece pastor con cabras y ovejas bombero para acabar con el rabo de gato.