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Los animales ‘bomberos’

Cabras, ovejas o burros son ‘cortafuegos naturales’ desde la prevención solo con alimentarse en zonas agrícolas definidas

Ovejas pastando el siglo pasado donde hoy está el Colegio Mayor San Fernando frente al edificio central de la ULL. | | E.D.

Yuri Millares, director de la revista Pellagofio, publicado en 2021 con el título Vacas bombero en Gran Canaria, primera experiencia. Contaba la acción piloto con bovinos de raza canaria para la prevención de incendios forestales en el barranco de Tejeda. Ya en 2018, señalaba Belín, se hacían pruebas con ovejas, cabras y burros en lugares de difícil acceso para acabar con el combustible. Belín aludía asimismo a una exitosa experiencia de Bodegas Torres con caballos. Resumía: «No es que vaya a ser la solución definitiva, pero toda ayuda en prevenir incendios forestales resulta vital»

Cabras a ras del suelo, ovejas a media altura o burros para las matas más altas. Son los animales bomberos que, a la vez que comen, limpian de posible material combustible los espacios naturales. Forman parte de una estructura pastoril y ganadera para propiciar que algo tan simple como comer sea un cortafuegos natural. El incendio que devasta los montes de Tenerife desde hace casi veinte días pone de actualidad que en Gran Canaria está consolidado un modelo en las zonas agrícolas: la trashumancia y el pastoreo como freno al fuego. El Cabildo valora implantar el sistema en esta Isla.

El consejero insular de Sector Primario, Valentín González, reconoce que «es un planteamiento atractivo y nuestros técnicos lo valoran positivamente». La Asociación de Ganaderos de Tenerife (Agate) anuncia reuniones este mes con González y la consejera del Medio Natural, Blanca Pérez, para profundizar en este proyecto. No es nuevo y en su momento fue rechazado por el Cabildo que ahora parece decidido a retomarlo.

Delimitar bien

«Es fundamental delimitar bien las zonas donde actuar para que se pueda hacer trashumancia y pastorear correctamente». Lo afirma Santiago Cacho, vicepresidente de Agate. Añade que «hay que garantizar que los animales no hagan daño a la flora o la fauna. La idea es que se coman el monte bajo y la maleza que puede ser combustible en caso de un incendio forestal como el que estos días ha devorado nuestros montes». Explica que «pueden llegar a lugares poco accesibles como los barrancos y hacer una labor de prevención importante». Agate propone incluso zonas concretas en los municipios de Icod de los Vinos, Los Realejos (barranco de Chinajiga) y Tacoronte. O experiencias en la Mesa Mota, en La Laguna donde ya ha habido algún ejemplo con cabras. Cacho insiste: «Siempre de forma controlada para que no se coman lo que no se tengan que comer».

El sistema y las mejoras

El proyecto que se pretende incorporar a la Isla de a mano de Cabildo introduce rebaños de cabras u ovejas en determinadas zonas del monte a indicación de los técnicos. Ahí están varios días, la Corporación paga a los pastores por hectáreas comidas y van dejando todo limpio.

Cacho valora el esfuerzo del Cabildo en mejorar con la aportación de 200.000 euros para entre otras cosas, techar la zona de arrastre de la Casa del Ganadero, en el Camino de San Diego. «Aunque hay mucho que hacer», apunta en un recinto que durante estas duras jornadas de fuego en el monte ha servido de refugio para los animales de distintos municipios de la Isla.

Gran Canaria

Cabras, ovejas, burros y hasta vacas en experiencias pioneras realizan en Gran Canaria desde hace años –más de una década en algunos casos– un servicio público esencial: sirven de cortafuegos mientras se alimentan. El Cabildo paga a los ganaderos por llevar a cabo esta labor. Didac Díaz, analista de incendios forestales de la Corporación insular estuvo recientemente en la Casa del Ganadero en el marco de la I Gran Feria agroganadera de Tenerife. Afirmó que las ovejas «se comen» el problema. «Todo ese material que podría quemarse en verano, ellas se lo va comiendo e invierno y transformándolo en queso», subraya. Añadió que se trata de una herramienta «ecológica, eficaz y económica». El proyecto Gran Canaria pastorea cuenta con unas 3.000 hectáreas disponibles para esta labor.

Razas autóctonas

El Cabildo de Tenerife destina este año un total 150.000 euros a subvencionar a asociaciones de criadores para la recuperación y mejora de las razas ganaderas autóctonas. El consejero Valentín González explica que esta iniciativa atiende a la necesidad de «proteger y recuperar las razas autóctonas, que constituyen una parte importante de nuestro patrimonio zoogenético». La vaca basta y la oveja palmera, de la que apenas quedan 200 ejemplares, son dos claros ejemplos de razas en peligro de extinción.

Una vieja idea para el campo tinerfeño

El periodista gastronómico Francisco Belín recogía hace unos días la referencia a un artículo de Yuri Millares, director de la revista Pellagofio, publicado en 2021 con el título Vacas bombero en Gran Canaria, primera experiencia. Contaba la acción piloto con bovinos de raza canaria para la prevención de incendios forestales en el barranco de Tejeda.

Ya en 2018, señalaba Belín, se hacían pruebas con ovejas, cabras y burros en lugares de difícil acceso para acabar con el combustible. Belín aludía asimismo a una exitosa experiencia de Bodegas Torres con caballos. Resumía: «No es que vaya a ser la solución definitiva, pero toda ayuda en prevenir incendios forestales resulta vital».

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