Las energías renovables generan menos del 20% del consumo eléctrico de Tenerife

Una oficina apoyará al Cabildo y los ayuntamientos en las iniciativas destinadas al autoconsumo y al uso compartido

Molinos para la obtención de energía eólica en Fasnia

Molinos para la obtención de energía eólica en Fasnia / Carsten W. Lauritsen

El último dato oficial disponible, el de diciembre de 2022, demuestra que la generación de electricidad con origen en energías renovables en Tenerife alcanzó un discreto 19,9% durante ese año. Casi en su totalidad producida por energía fotovoltaica y eólica. Este valor situó a la Isla en tercera posición de Canarias por detrás de El Hierro (48,5%) y Gran Canaria (23,7%).

No obstante, esta fue la Isla sin sistema de almacenamiento que registró el máximo de penetración renovable ese año: un 65,71% el 14 de abril a las 12:05. En paralelo, en Tenerife se produjeron en 2022 vertidos de energía renovable estimados en un 2,28%. Es decir, que no pudo ser inyectada en el sistema eléctrico. También ocupa la tercera posición, por detrás del sistema Fuerteventura-Lanzarote (6,90%) y Gran Canaria (3,25%).

Para el catedrático y director del Máster en Energías Renovables de la Universidad de La Laguna (ULL), Ricardo Guerrero, «estos valores y la tendencia al estancamiento de la penetración renovable en los últimos años predicen acciones de forma más o menos natural en el futuro próximo». Enumera entre ellas «la introducción de almacenamiento, centralizado o distribuido, y la gestión de la demanda».

Añade Guerrero al respecto que «es evidente que el almacenamiento distribuido viene en forma de batería en los vehículos eléctricos enchufados a la red y controlados a través de la revisión de los procedimientos de operación vigentes». Subraya que «también se habla de almacenamiento centralizado, que habrá que ver si llega a tiempo, porque su desarrollo en otras islas ha demostrado ser muy lento». Con respecto a la demanda flexible piensa «tanto en la gestión del agua (desaladoras-depuradoras) como en hoteles, incluso en los termos eléctricos de las viviendas». Ahí entraría en acción una nueva figura denominada «agregados independientes».

El objetivo es aprovechar mejor y de manera más eficiente la energía generada en la naturaleza e impulsar las renovables «de forma decidida» en Tenerife. Es la razón del encargo del Cabildo de Tenerife a la empresa pública Gesplan para la ejecución del servicio de Desarrollo de la Oficina de Transformación Comunitaria en la Isla por 913.208 euros. El desarrollo de este soporte técnico específico va destinado a los ayuntamientos o al propio Cabildo para servir de apoyo en la presentación de solicitudes de ayudas financieras y subvenciones convocadas, especialmente las relativas al Plan de recuperación, Transformación y Resiliencia de la Unión Europea.

Además, se pretende ofrecer un servicio público de atención personalizada que permita la implantación de comunidades energéticas para la mejora de la eficiencia y el ahorro, haciéndolas asequibles a la ciudadanía, a las empresas y al sector público. Finalmente, se trata de impulsar y promover otras figuras de autoconsumo colectivo de renovables y, en general, de cualquier iniciativa orientada al uso compartido de la fuerza limpia de la naturaleza.

La consejera insular de Medio Natural, Sostenibilidad y Seguridad y Emergencias, Blanca Pérez, explica que «se trata de abrir una nueva etapa que suponga un refuerzo para la Oficina de las Energías Renovables, creada en 2020, mediante el encargo a Gesplan de su ampliación como Oficina de Transformación Comunitaria». Este ente, añade, «trabajará por impulsar las comunidades energéticas y el autoconsumo colectivo en la Isla». Para ello se aprovechará una partida de los fondos Next Generation de la UE que, indica Pérez, «utilizaremos para impulsar las energías renovables de forma decidida en Tenerife».

La consejera señala que el Cabildo continuará trabajando para desarrollar el Plan de Acción Insular incluido en el programa europeo del Pacto de las Alcaldías para el Clima y la Energía. También en una agenda para las energías renovables, primando una transición energética «justa» y la búsqueda de una soberanía que sirva de base, a su vez, a la hídrica y la alimentaria». En general, en la senda de «la resiliencia de la Isla y una menor dependencia del exterior».